Diego R. Suárez

* 1926

  • "Mi experiencia con Fidel Castro no era buena, Fidel Castro no era una persona honesta, no era un estudiante honesto, era más bien un gánster y se dedicaba más bien a crear problemas y no era valiente. Era muy hábil, no tenía concepto del límite. Para él pues la amistad no valía nada y entonces él era un gran manipulador de conciencias y de personas. Fíjense que durante el tiempo que él estuvo de estudiante no pudo ser líder estudiantil en la Universidad de La Habana, a pesar de que había otros líderes estudiantiles que si tenían el liderazgo lo hacían. Fidel Castro era un individuo que tenía sus ambiciones y es precisamente por eso que la Unión Soviética lo selecciona. Y no es como piensan muchos historiadores que dicen que Fidel Castro traicionó la Revolución y que luego después se convirtió en comunista. No es así, Fidel Castro no traicionó absolutamente ninguna Revolución. Para lo que es la presentación al pueblo sí, pero él ya iba con el plan y el plan estaba perfectamente bien, muy bien organizado. Como estudiante él no sabía que lo estaban utilizando. Fue un individuo que la inteligencia soviética utilizó para prepararlo, para que fuera el líder en el momento que se necesitó. Así se hizo. El hermano Raúl Castro —el más pequeño de los muchachos, veía por los ojos del hermano— ese sí era comunista ya definido. Fidel Castro estaba precisamente en el ostracismo, nadie sabía cómo pensaba Fidel Castro. Él se pronunciaba como si fuera un político de aquella época, incluso tenía aspiraciones para la Cámara de Representantes, para poder llegar al Gobierno".

  • "En 1980 se establece la Fundación Nacional Cubano Americana. Nosotros logramos asociar bajo el liderazgo de Jorge Mas Canosa que era el líder formidable que teníamos y el grupo de hombres que estábamos con él, y que pusimos no solamente nuestro esfuerzo, nuestra palabra, sino también nuestro dinero. A mí me tocó en la fundación hacer precisamente las relaciones internacionales y nosotros visitamos todos los presidentes de los países suramericanos, centroamericanos (México, el Caribe y muchos de Europa) e íbamos en el avión de la empresa nuestra, la empresa era tan poderosa que nosotros teníamos un avión para transportarnos. Yo puse el avión mío a servicio de la fundación y de la causa de Cuba. Yo era prácticamente el secretario de Relaciones Exteriores, pero sin propaganda. En todos los países de América Latina la industria azucarera era una industria muy poderosa y lo sigue siendo. Yo tenía relaciones por los negocios con todos los países, conocía a los presidentes. El caso es que Jorge Mas Canosa y Diego Suárez visitaron a todos, absolutamente todos los países llevando la verdad de la causa de la tiranía castro-comunista en Cuba y la causa de la libertad y la democracia —los norteamericanos nos apoyaban para que lo hiciéramos—. El presidente Reagan fue nuestro gran primer aliado en ese aspecto y con el presidente Reagan conseguimos que el 20 de mayo de 1985 saliera al aire Radio Martí y luego en 1990 sacamos también Televisión Martí. Entonces pues fue un éxito, empezamos a transmitir para Cuba".

  • "Yo al principio, cuando se hizo la primera zafra del pueblo en 1959, yo tenía la planta. Tenía muchos equipos en inventarios para vender y ellos me compraron, el Gobierno me compró y me pagó en 1959 todos los equipos que nosotros le vendimos para lo que ellos hicieron llamar 'la primera zafra del pueblo'. En Cuba éramos la corporación más importante en lo que a la industria azucarera se refería y ellos nos utilizaron. Prácticamente éramos unos asesores voluntarios y yo participé en algunas reuniones en el Instituto de Reforma Agraria como invitado —Fidel Castro las presidía y los otros comandantes de la Revolución— siendo yo joven y sin pertenecer al Gobierno porque nunca pertenecí al Gobierno. Inclusive en la planta durante la época antes de que llegara la Revolución yo no admitía, bajo ningún concepto, ningún proselitismo político en aquella época. Yo era totalmente apolítico y era un empresario privado, pero cuando llega la Revolución, resultó ser una gran cliente al principio y nos compraron y nos pagaron".

  • Full recordings
  • 1

    Miami, USA, 11.04.2019

    (audio)
    duration: 01:25:45
  • 2

    Miami, USA, 11.04.2019

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    duration: 01:25:45
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Tuve la suerte de haber vivido en los Estados Unidos, pero tuve la mala suerte de no vivir en mi país de origen

Suárez Diego R.
Suárez Diego R.
photo: Post Bellum

Diego Suárez nació el 11 de noviembre de 1926 en el seno de una familia campesina en Cuba. Se graduó del Liceo Técnico Superior, una escuela fundada para niños de familias socialmente desfavorecidas. En esta escuela descubrió su pasión por la tecnología, las máquinas técnicas y su fabricación. En 1944 se fue a la capital cubana y logró montar una gran empresa dedicada a la producción de maquinaria agrícola destinada a procesar la caña de azúcar. Después de la Revolución, trabajó durante un tiempo como asesor del Instituto Agrícola de Cuba y el Gobierno le compró equipos y tecnología a su empresa para fines gubernamentales. Sin embargo, a principios de los años sesenta la situación en Cuba dejó de ser soportable y Diego y su familia decidieron irse a los Estados Unidos. Al llegar al nuevo país continuó en su campo de trabajo y desarrolló un nuevo tipo de neumático para maquinaria agrícola, convirtiéndose así en un industrial reconocido. Su posición y buena situación económica le permitieron apoyar al exilio cubano en la lucha por la libertad y la democracia de la isla, financiando varios proyectos y ayudando a crear fundaciones. Fue el fundador de Radio Martí y, más tarde, del canal Televisión Martí. Siempre estuvo convencido de que la gente debía saber la verdad sobre Fidel Castro y sobre los horrores que la gente experimenta en la isla. Diego sabe que nunca volverá a su tierra natal, pero espera que sus hijos o nietos tengan esa oportunidad. Sus deseos y aspiraciones de que Cuba vuelva a ser un país libre no cesan. Por el contrario, su compañía incluso prestó a una fundación un avión en el que sus representantes viajaron para reunirse con destacados estadistas por todo el mundo.