Luis Zúñiga Rey

* 1947

  • “En las prisiones de Cuba les imponen a los presos, o imponían en aquella época, no sé ahora, los planes de rehabilitación o sea querían que los prisioneros políticos se arrepintieran de su pensamiento político, de sus acciones, de lo que hubiesen hecho que los llevó a la prisión y querían que se arrepintieran y que pues aceptaran planes de rehabilitación y de adoctrinamiento comunista. Y pues por supuesto yo no lo acepté y pagué los precios. Los precios eran golpizas, los precios eran hambre, no atención médica, maltratos de todo tipo, e incluso para los que se rebelaran más, y yo estaba dentro de ese grupo que no estaba en disposición a aceptar las imposiciones del régimen comunista dentro de la prisión… pues pagué muchos precios… en una ocasión incluso pues llegaron a torturarme, me aplicaron sonidos eléctricos, me ponían bocinas con unos ruidos estrafalarios y a unos tonos terribles, tan es así que en una celda al lado mío un prisionero se suicidó, se ahorcó con un par de medias. Era insoportable la situación.”

  • “El comunismo es antes de todo una ingeniería social. Es un proyecto que intenta cambiarles o intentó cambiarles a los seres humanos la forma de percibir la sociedad, el gobierno, la economía, la cultura. Es una… un concepto teóricamente positivo: la sociedad, la igualdad, todos iguales, todo perfecto, pero con un propósito impositivo maligno, esa igualdad la querían imponer a la fuerza. Y los seres humanos no somos iguales. Dos hermanos, uno estudia, otro no, uno quiere trabajar y el otro es vago, uno tiene buenas relaciones con la madre y el padre y el otro los detesta. O sea, los seres humanos somos diferentes. Además, tenemos distintas aspiraciones en la vida y el régimen comunista trata de imponer un concepto que es simplemente fabricado, diseñado, por un grupo de individuos. Por eso es ingeniería social. Y que la experiencia práctica ha demostrado que no es posible, que termina en una opresión insoportable, tercero – que crea una sociedad más desigual que la que pretendían eliminar, y cuarto – que los líderes que se suponían, teóricamente se planteaban como desinteresados, como personas preocupadas por la sociedad, por la igualdad y por conseguir las metas que se proponían, resulta que terminan en peores burgueses, en opresores, en abusadores, en criminales y sobre todo en ricos.”

  • “Hablar del futuro de Cuba es como diríamos en ciencias físicas teoría, impredecible sobre todo lo de largo proceso que yo he vivido y que he conocido de Cuba donde el régimen destruyó todas las instituciones, destruyó todos los valores, destruyó todos los conceptos que formaban y sustentaban la nacionalidad cubana. El régimen convirtió a los seres humanos en meros muñecos que se mueven dentro de unas condiciones que ellos han creado y que han ido variando para peor, porque las condiciones de vida en Cuba han sido siempre decrecientes. El pueblo de Cuba ha evolucionado hacia peor, hacia más malo. Por lo tanto, la posibilidad de una fuerza unificadora, patriótica, libertaria, democrática dentro de Cuba está muy lejana. No existe… y estoy respetando siempre las individualidades, no quiero decir que todo el mundo es así, hay personas muy decentes, hay personas de fe, hay personas creyentes, pero el concepto patriótico que hace falta para liberar a Cuba no lo veo porque es una cuota de sacrificio demasiado alta teniendo en cuenta sobre todo el enorme control que la dictadura ejerce sobre todos y cada uno de los cubanos. Un carné de identidad donde te tienen en una computadora y saben toda tu vida, dónde naciste, dónde te criaste, qué estudiaste, a dónde fuiste, dónde trabajas, a dónde vas, qué haces, qué piensas, quienes son tus amigos, todo lo tienen controlado en reportes constantes.”

  • “Eventualmente cuando ya iba a entrar a quinto año de la carrera, año final, pues me llamaron a la dirección del penal de la Universidad allí en el Centro Universitario José Antonio Echeverría y el director que era a la misma vez el Secretario General del Partido Comunista en la Facultad de Ingeniería me dijo que yo no tenía la integración revolucionaria y que, o me integraba en la revolución o simplemente no me podía graduar, porque ellos no concebían un profesional que no fuese un profesional revolucionario. Le dije: bueno, yo me siento revolucionario que yo quiero cambio, yo quiero que las cosas cambien. Y él me dijo: no, no, no, el cambio que tú quieres es un cambio dentro de la revolución y esto no va a pasar, así que, de eso nada, aquí no hay ningún arreglo, o te incorporas a la Comité de Defensa de la Revolución, te incorporas en algo, o no hay graduación para ti. Entonces allí empezamos a discutir y el asunto tomó matiz bien fuerte al punto que me dijo: bueno, pues no asistas más a la Universidad. “

  • “Y bueno, me logré escapar de la prisión y después me pude ir de Cuba, me escapé de Cuba por la base de Guantánamo. Crucé los campos minados de la base de Guantánamo. Vine a los EE.UU., después en los EE.UU. en agosto del año 1974 tratando de ayudar… yo les había prometido a unos amigos de Cuba que luchaban conmigo desde mi época de joven, antes de entrar a la prisión, íbamos trabajando juntos en la conspiración contra la dictadura y pues yo sabía que tenían personas escondidas que estaban siendo perseguidas y yo les prometí de que si yo lograba cruzar la frontera de la base Guantánamo y llegar a los EE.UU. yo regresaría a ayudarlos para sacar a los que estaban escondidos y poderlos poner… o sea salvar la vida y eventualmente pues así lo hice y regresé a Cuba en una infiltración armada y desafortunadamente cuando dejamos una persona en Cuba para que fuera hacer contacto con ellos y recogerlos y cuando el día siguiente volvimos a entrar nuevamente por la zona de entre Guanabo y Santa Cruz del Norte se nos rompió el motor de la lancha. No fue realmente el motor, fue la bomba de achique que hizo un cortocircuito. Y eventualmente, pues la lancha se quedó parada y los guardacostas vinieron y nos arrestaron. Me condenaron a 25 años más de prisión y bueno la historia fue larga, ahora entonces cumplí 14 años de prisión después de estos acontecimientos, en total de 19, y sufrí muchísimo la violencia del régimen porque yo no aceptaba los planes de rehabilitación.”

  • Full recordings
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    Miami, 17.05.2017

    (audio)
    duration: 01:38:34
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Lo que me importa es el propósito general, el cambio en Cuba. Estamos juntos.

Luis Zúñiga durante la entrevista, Miami, mayo 2017
Luis Zúñiga durante la entrevista, Miami, mayo 2017
photo: archivo de Post Bellum

Luis Zúñiga Rey nació el 3 de junio de 1947 en La Habana, Cuba. Su padre trabajaba en una petrolera inglesa y su madre era ama de casa. Tuvo un hermano mayor. Su familia no tenía tendencia política, sin embargo su padre no simpatizaba con la revolución por quebrar la orden constituconal en el país. Hasta el sexto grado estudió en una escuela privada entrando ya a los 10 años una Secundaria Estatal. Posteriormente, al terminar la secundaria no pudo comenzar los estudios universitarios en derecho, por no haberse integrado en la revolución. A partir de este momento se ponía más y más disgustado. Primero estudió la Ingeniería Agronómica pero no lo dejaron continuar. Cambió la carrera y estudió Ingeniería Industrial en inglés, donde no había tanta persecución. En aquella época, empezó a conspirar contra el régimen y fue arrestado durante un mes y medio lo que hizo más difícil estudiar en la Universidad, además lo vigilaban. Durante el último año de sus estudios universitarios finalmente lo expulsaron. Debido a lo anterior decidió irse de Cuba, pero fue arrestado y condenado a dos años de prisión. Escapó durante una transportación, sin embargo lo arrestaron otra vez cuando intentaba cruzar la frontera de la base naval de Guantánamo. Condenado a cuatro años, fue encerrado en celdas tapiadas. En 1973 escapó durante su hospitalización a través de la base de Guantánamo, donde cruzó los campos minados llegando a los EE.UU. Luego fue arrestado en la costa de Cuba tratando de ayudar a escapar a unos amigos disidentes, siendo condenado a 25 años. Cumplió 14 años, sufrió mucha violencia por no aceptar los planes de rehabilitación. Logró ser expulsado de Cuba en 1988 con la ayuda del Cardenal O’Connor. Empezó a trabajar en las instituciones de los Derechos Humanos, denunciando los crímenes del régimen cubano, habló varias veces en la ONU reuniendose con varios disidentes de todo el mundo.