The following text is not a historical study. It is a retelling of the witness’s life story based on the memories recorded in the interview. The story was processed by external collaborators of the Memory of Nations. In some cases, the short biography draws on documents made available by the Security Forces Archives, State District Archives, National Archives, or other institutions. These are used merely to complement the witness’s testimony. The referenced pages of such files are saved in the Documents section.
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Nacer en una familia protestante era en el año 1975 en Cuba ser objeto de persecución directa
Nació el 17 de junio de 1975 en una familia cristiana protestante
Desde la infancia sentía el choque entre su fe y el régimen cubano
Ha dedicado toda su vida a trabajo religioso y denuncias de acciones violentas del régimen cubano
Muy activo en las redes sociales, denunció el caso de la golpiza al opositor Juan Alfredo Soto García quién posteriormente murió
Perseguido y hasta preso en varias ocasiones
Sigue trabajando en la oposición y sobre todo en las organizaciones por la libertad religiosa
Mario Felix Lleonart Barroso nació en 17 de junio de 1975 en Cuba en una familia protestante, “lo cual en el año 1975 era nacer en un 0,01% de la población, ya que en esa época la religión en general era objeto de persecución directa”. Tuvo la suerte de nacer en una familia que aún bajo de la persecución que existía, no tenía miedo de acudir a la iglesia. La Iglesia le enriqueció bastante, sobre todo en lo que se refiere a la educación, ya que le permitió recibir una educación basada en los principios cristianos; lo que le mantuvo a salvo de lo que se enseñaba en las escuelas oficiales. El primer choque con el régimen vino muy temprano, en 1980, cuando tenía solo cinco años de edad. A los cinco años sus padres tuvieron que entregarlo a la escuela estatal. “Ellos (el gobierno) totalitariamente absolvieron a todas las instituciones educacionales, cerraron no solamente los lugares especializados, sino también los colegios que tenían las Iglesias”. Entonces durante la primera semana de aulas les preguntó el profesor a los niños, que quién era religioso. “Yo no estaba preparado para esta pregunta. Mis padres me habían cuidado, me habían protegido, me habían enseñado los principios cristianos pero talvez para no atemorizarme no me habían advertido que la educación que yo iba a comezar a recibir en ese momento era una educación totalmente contraria y adversa a la fe cristiana”. Con aquella pregunta empezó a sentir que se encontraba en un ambiente hostil, sentía mucha presión, porque ninguno de los demás alumnos levantó la mano y con todo este miedo él se negó a confesar su fe cristiana. “Esto supuso para mí con solo cinco años de edad una crisis de mi conciencia de niño porque ya con cinco años yo podía valorar que yo había hecho algo negativo, aquel día se rompió mi inocencia. Yo me prometí a mi mismo que nunca más, cuando volvieran a hacerme esta pregunta, yo iba a quedarme en silencio.”
Durante su niñez escuchaba muchas burlas de los profesores que le preguntaban lo mismo. Sin embargo, esa discriminación que pretendía que sus amigos lo discriminasen también, tuvo un efecto contrario. Siendo él una persona muy sociable, tenía la oportunidad de influenciar sobre ellos. Tenía paciencia suficiente para explicarles a sus amigos por qué los profesores le cuestionaban. “De esta forma puedo decir que siempre cultivé muy buenas amistades. El régimen no lo logró, era su objetivo, pero no lo logró. La primera experiencia, a los cinco años, tuvo para él una importancia muy especial. “Podríamos decir, de alguna manera, que el resto de mi vida después de ese septiembre de 1980 en que yo negué, como el apóstol Pedro, la fe religiosa, el resto de mi vida ha sido un comentario de aquel momento porque conociendo y entendiendo mi naturaleza, un ser humano, con temores, igual como cualquier otro ser humano, yo sencillamente me preparé para poder irme por encima de mis temores.” Creciendo se fue dando cuenta que el régimen cubano estaba totalmente en contra de su religión y la moral cristiana. Por eso decidió empezar a denunciar todas la violaciones de los principios morales y de los derechos humanos que cometía el gobierno cubano. Por eso y también por ser un pastor protestante, el régimen comenzó a perseguirlo.
En el año 2010 abrió su blog cubanoconfesante.com que sigue funcionando hasta hoy en día. Posteriormente también abrió su cuenta en Twitter y usando esas dos plataformas denunciaba todos los crímenes y todas las violaciones de los derechos. En 2011 hizo pública una denuncia sobre el caso del opositor Juan Alfredo Soto García. Este opositor fue golpeado el 5 de mayo de 2011 por la policía. Mario se encontró con él el mismo día cuando eso ocurrió y lo publicó en su cuenta de Twitter. Después de unos días, Juan Alfredo Soto García murió. La publicación en Twitter fue una prueba de la culpa del régimen que ya no se podía esconder. Se publicaron varios editoriales en el periódico Granma diciendo que unas personas inescrupulosas habían mentido. Mario se defendió y publicó en su blog cubanoconfesante.com sus respuestas al periódico Granma. Su solicitud de empezar una investigación imparcial de lo sucedido no fue aceptada. “Me dijeron en el Tribunal Provincional de Santa Clara que ese caso lo habían pasado a la Fiscalía Militar. Me di cuenta que el régimen no estaba dispuesto a juzgarse a si mismo, porque si los que habían matado a golpes a Juan Alfredo son militares ¿qué hacía un tribunal militar que supuestamente representaba a los que le habían matado a él, investigando el caso? En fin no he vuelto a tener notícias sobre este caso.”
Sin embargo, Mario se mantuvo activo en las redes sociales y así inspiró a varios amigos para hacer lo mismo. En 2013 fundó junto con otros amigos religiosos el Instituto Patmos que incluye a personas que tienen inquietudes por vivir en un país totalitario con su fe cristiana. Se dedica a educar a la gente sobre el concepto de los Derechos Humanos y defender específicamente las libertades religiosas. Este instituto ha crecido y ya tiene varias representaciones en toda la Isla.
Creciendo su influencia se vio obligado a enfrentar acciones de persecución. Unos dias antes del comienzo de la visita histórica del presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, notó que estaba siendo vigilado. Acabó por ser encarcelado durante los tres días de la visita. Después de varias detenciones se fue con toda su familia a los Estados Unidos, donde reside actualmente y participa en distintas instituciones y organizaciones, sobre todo de carácter religioso, donde hace que se pueda escuchar la voz del Instituto Patmos que fundó en Cuba y que sigue trabajando con coordinadores dentro de la Isla. Debido a factores como la edad de los principales dirigentes del gobierno, el anacronismo del sistema, el triunfo de Donald Trump en las elecciones presidenciales de los Estados Unidos, la muerte de Fidel Castro o la situación en que se encuentra actualmente Venezuela, Mario cree que el gobierno no va a tardar mucho en terminar.
Mario se destaca por su capacidad de solidarizarse inclusivemente con las personas que trabajan para el régimen cubano. “Posiblemente en su fuero interno este agente no podía decirmelo pero estaba diciendo; yo también quiero esos cambios. Y es mi esperanza siempre en Cuba, cuando me he visto en este tipo de situaciones, pasar el mensaje al ser humano que veo del lado de allá de la mesa porque considero que es también un ser humano vulnerable que puede ser transformado, que puede ser cambiado y que también ha sufrido igual que yo y también de cierta forma es una víctima”.
© Všechna práva vycházejí z práv projektu: Memoria de la Nación Cubana / Memory of the Cuban Nation
Witness story in project Memoria de la Nación Cubana / Memory of the Cuban Nation (Eva Kubátová)