Cristina Feijóo

* 1944

  • “Mi hija tuvo muchas experiencias terribles. Cuando me secuestró la AAA, estaba sola en casa con una amiga, ellos saltaron paredes con las armas y entraron. Antes, cuando mi compañero y yo estuvimos casi un año con captura pedida en los diarios, ella fue un año a la guardería con nombre falso. Pero así era la militancia -los hijos vivían nuestra realidad con nosotros- y mi hija ya estaba acostumbrada.”

  • “El regreso fue duro. Me sentía muy mal por haber estado ocho años entre cárcel y exilio, y cuando volví, encontré una sociedad completamente distinta de la que había dejado: en la televisión empezaron a salir noticias sobre las fosas comunes, pero la gente no quería hablar de la dictadura; con mis vecinos podía conversar sobre la comida sueca o el clima nórdico, pero allí se acababa: se notaba que todos esos años habían estado bajo el terror sin saber en quién confiar, vivieron con el miedo del otro, además, en los primeros años de democracia pasamos por dos o tres situaciones con mucho peligro por levantamientos militares y todo eso cambió mucho la mentalidad de los argentinos. Hay tabúes que todavía persisten y que dejaron marcas para siempre; la sociedad nunca volvió a ser la misma.”

  • “Me sentía muy decepcionada por Perón, de hecho, dejé de militar poco después de su muerte en el 74. En aquel momento, no quería apoyar ni a los Montoneros, en los que se habían fusionado el resto de las organizaciones peronistas, porque la lucha armada en democracia me parecía un error, ni a Isabel Perón. Lo mismo pasó a muchos compañeros: nos quedamos en el aire. Cuando vino la dictadura, me perseguían por mi militancia anterior; había militado, por lo tanto, merecía un castigo. Pero el hecho que dejara de militar posiblemente me salvó la vida cuando me secuestró un grupo de la AAA. Con mi ex compañero íbamos en un coche, nos cruzaron un auto, nos llevaron al Garaje Olimpo, un centro de detención clandestina, allí estuvimos un día, después nos largaron. Algo parecido sucedía frecuentemente a los desaparecidos: nadie sabía por qué vivía, por qué moría ni quién lo decidía. De hecho, sobrevivió gente muy comprometida, y gente que no tenía nada que ver con grupos armados fue asesinada. Después del secuestro intenté irme del país con mi marido y mi hija, pero ya se había desplegado la represión del golpe, todos estaban huyendo, nosotros no conseguíamos documentos falsos para poder cruzar la frontera, ya que figurábamos en listas negras, y era imposible ubicar a militantes; así que andábamos rodando de casa en casa. En septiembre nos agarraron.”

  • Full recordings
  • 1

    Buenos Aires, 28.09.2015

    (audio)
    duration: 01:28:24
    media recorded in project Stories of 20th Century
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Tomamos decisiones que correspondían a nuestra época

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Cristina Feijóo

Cristina Feijóo (* 1944, Buenos Aires) fue en su juventud perseguida por ser militante de izquierda, en los años 1971-1973 y 1976-1979 quedó encarcelada. En 1979 se exilió a Suecia junto con su única hija, que tenía en aquel entonces aproximadamente 16 años. Poco tiempo después de la caída de la dictadura regresó de Estocolmo a Buenos Aires, donde reside hasta hoy vive. Es autora de un libro de cuentos que salió bajo el título En celdas diferentes (1992), colaboró en la Antología del Cuento latinoamericano en Suecia (1995), obtuvo el Premio Clarín por su obra Memorias del río inmóvil (2001); en 2006, es finalista del Premio Planeta con la novela La casa operativa (2007).