The following text is not a historical study. It is a retelling of the witness’s life story based on the memories recorded in the interview. The story was processed by external collaborators of the Memory of Nations. In some cases, the short biography draws on documents made available by the Security Forces Archives, State District Archives, National Archives, or other institutions. These are used merely to complement the witness’s testimony. The referenced pages of such files are saved in the Documents section.

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Nelson Gandulla Díaz (* 1988)

En Cuba hay un dicho: que el comunismo te parte los pies, pero después te regala las muletas

  • nacido el 25 de febrero de 1988 en Sancti Spíritus, Cuba

  • su vida se desarrolló en la periferia de Cienfuegos

  • estudió en la universidad en Cienfuegos la carrera de Médico General, en la que se graduó en 2015

  • formó parte de Cenesex, Centro Nacional de Educación Sexual, fundado por Mariela Castro

  • en el segundo año de sus estudios universitarios, la Seguridad del Estado empezó a interesarse más detalladamente en él

  • 2018 emigró a España

  • en España, sigue fungiendo como médico y activista por los derechos LGBTI

  • reside en Madrid y vive con su pareja

Česká verze příběhu následuje po té španělské:

“En Cuba hay un dicho: que el comunismo te parte los pies, pero después te regala las muletas”, dice Nelson Gandulla Díaz, médico cubano exiliado en Madrid. “Lo que me ayudó fue desmontar el mito de la salud gratis y de la educación gratis. Que son mitos que ha tenido la Revolución”, agrega.

Nelson Gandulla Díaz nació el 25 de febrero de 1988 en Sancti Spíritus donde residían sus abuelos y donde por casualidad dio a luz su mamá, pero toda su vida se desarrolló en la periferia de Cienfuegos. Nelson dice tener buena memoria para su infancia, por lo cual, de hecho, se acuerda de hechos ocurridos por el año 1992, en pleno Período Especial. “Muchos amiguitos míos iban a mi casa a comer porque en su casa no había ni aceite y tenían que freír hasta un huevo con agua. Recuerdo esas cosas que son muy tristes”, narra Nelson durante la entrevista ocurrida en octubre 2020 en Madrid, donde está exiliado desde el año 2018.

Sacrificios de sus padres

La mamá de Nelson, aparte de ser licenciada en enfermería, tenía otra jornada laboral dentro de la Misión Nacional, y trabajaba en una cooperativa en el campo. Era un trabajo tan cansado que Nelson recuerda que una vez, cuando en su infancia se rompió el codo, a la hora de acudir al doctor, el personal médico de hecho pensaba que Nelson sólo andaba acompañando a su madre a ser atendida, de tan mal que se veía. “Son cosas que se quedan marcadas en uno, y uno ve los sacrificios que hacen los padres para sacar a sus hijos adelante en un país donde no hay que retocar porque todo el mundo conoce lo que se vive en Cuba…”, recuerda Nelson.

Estudios de medicina

Desde joven, Nelson era muy estudioso, por lo cual, a pesar de tener unos requisitos muy estrictos de ingreso, fue aceptado en la Facultad de Medicina para convertirse en Médico General, lo cual finalmente ocurrió en 2015. Los estudios los recuerda como rigurosos: “en comparación con mis actividades políticas y mi activismo se me hizo un poco difícil, porque tenía vigilancia”, narra Nelson. Como bien dice, ya por aquel entonces de sus estudios universitarios, Nelson ya era activista. Interesantemente, sin embargo, agrega, que su activismo empezó “por la parte oficialista” – Nelson estaba vinculado con Cenesex, Centro Nacional de Educación Sexual fundado por Mariela Castro. Y aparte de esto, Nelson fue uno de los fundadores de la Red de Jóvenes, que reunía a gente homosexual y transexual por toda la isla de Cuba.

Cenesex es un engaño

Cenesex, igual que comentan varios otros personajes involucrados en el mismo, para Nelson resultó ser “un engaño”. A pesar de que sí se llevaban a cabo talleres y orientación a la comunidad LGBTI, “finalmente nunca se cumplían los objetivos, se empezaron a inflar los informes, como decimos en Cuba, a poner cifras mal de que se había hecho tal actividad siempre cuando no se había hecho”, describe Nelson los fraudes dentro del mismo Cenesex. “Al final nunca se sabía dónde iban a para los fondos [de Cenesex]. Un ejemplo: hicimos un cine de debate que había que darles merienda a todos, y nunca se hizo un cine de debate. Fuimos a la policía a dar un taller y usamos tal medio y tal cosa, y nunca se… O sea, que fue una mentira. Pero lo que ya me llenó la copa de agua fue una ola represiva que hubo en el 2013 y 2014 en los sitios de encuentro. Yo estaba con unos activistas haciendo promoción de salud en uno de estos sitios de encuentro, y caímos también en las enredadas. Nos llevaron a todos detenidos. Primero nos ponen en una calle, en una vía pública, donde pasaban trasportes públicos y personas, y nos ponen allí para que todas las personas que pasaban, vieran que hemos hecho algo impropio, algo inmoral. Y ahí nos llevan detenidos en carro a la Primera Unidad de Policía de Cienfuegos, donde nos levantan actas de advertencia por exhibicionismo público, cosa que no era cierta, porque era como un bosquecito, y además nadie estaba haciendo nada. Estábamos entregando condones, lubricantes, panfletos de los derechos de las personas, y de las demás cosas de la comunidad LGTBI”, narra Nelson. Por supuesto, Nelson y sus compañeros levantaron una queja ante el propio Cenesex, el cual, según su narración, no dio respuesta alguna ante los hechos de detención ocurridos: “Yo reflexiono que estaba en un lugar equivocado, porque aquí no se estaban defendiendo derechos de nadie”, resume Nelson cómo terminó su vinculación con el Cenesex.

Seguridad del Estado

Entre tanto, cuando cursaba el segundo año de la Universidad, la Seguridad del Estado empezó a interesarse en él: “La primera vez que yo supe que había un interés por parte de la Seguridad del Estado, yo estaba en una cafetería y viene otra persona que no me conoce a mí y dice que hay un contrarrevolucionario y un gusano aquí en la universidad. Y la gente pregunta y dice: un tal Nelson Gandulla. Pero no sabía que era yo el famoso contrarrevolucionario que estaba en la universidad. Y ahí empiezan las maniobras – sobornar a los profesores para que me desaprobaran sin motivo alguno en mis exámenes, hablaban con mis compañeros de estudio para que me hicieran la vida imposible, para que me hicieran bullying tanto por mis preferencias sexuales como por mi ideología y demás”, recuerda Nelson. Varias veces fue citado a una entrevista con la Seguridad del Estado, pero siempre bajo algún tipo de excusa como por ejemplo cuestiones de pasaporte: “Me dicen que yo era un asalariado del imperio”, describe Nelson la argumentación oficialista y agrega que incluso lo amenazaron de llevarlo a la prisión por desacatar a Mariela Castro. “El que va a llevar a la fiscalía a Mariela Castro voy a ser yo”, respondió por aquel entonces Nelson, argumentando que Mariela no había respondido a su queja formal de una manera que la ley la obligaba.

Amenazas de muerte

Esas palabras atrevidas dirigidas hacia Mariela Castro le causaron todavía más desagrado ante la Policía Política de Cuba y la Seguridad del Estado, cuyas amenazas gradualmente aumentaban. Nelson comenta: “de que un accidente, de que saliendo de una fiesta, yo iba a terminar en un basurero lleno de hormigas y nadie nunca se iba a enterar de que habían sido ellos”. Al final del día, Nelson terminó siendo regulado, es decir, sin la posibilidad de salir de Cuba. Un día, sin embargo, lo logró con base en una invitación por parte de unos amigos suyos alemanes, desde donde se fue a España y pidió asilo político. “Nunca estuvo en mis planes marcharme de Cuba como tal”, resume Nelson. Pero las amenazas de muerte ya lo tenían harto y asustado, igual que a toda su familia. “Mi mamá, a pesar de que es simpatizante con la dictadura, me dijo: ‘bueno, tú aquí no tienes cabida y tú tienes que irte, porque yo prefiero que tú te vayas ante perder a un hijo’”, recuerda Nelson.

Exilio en España

Las primeras semanas en el exilio fueron duras, Nelson recuerda haber llorado mucho, extrañando su hogar y lamentando la separación de su familia. “Tú sabes que la gente cuando llega a un país capitalista, lo primero que hace es irse a un McDonald’s, y lo primero que hice, fue buscar una cama. Y estuve una semana durmiendo prácticamente, por todo el estrés que viví,” recuerda. Más tarde, sin embargo, homologó su título de médico, y empezó a ejercer. “Para mí es muy importante contribuir, o de alguna manera agradecer a un país que te recibe y que te abre sus puertas, eso para mí vale mucho”, resume Nelson.

Sistema de salud de Cuba

“Es muy cierto que el personal de salud en Cuba se prepara muy bien. Pero yo valoro a un sistema de salud no sólo por el personal. Porque en el sistema de salud también están integradas todas las instituciones, la tecnología, y yo creo que en eso Cuba está muy mal, porque las instituciones no cumplen con los requisitos y hay hospitales que no tienen para parecen un hospital. Y te puedes encontrar muchos equipos diagnósticos que ya están obsoletos. […] Los últimos años que ejercí en Cuba también fueron muy difíciles para mí como médico, porque tuve que ejercer faltándome de los medicamentos básicos del Programa Nacional de Medicamentos, me faltaban 49 medicamentos, y no te estoy hablando de un ibuprofeno ni de un paracetamol, te estoy hablando de cosas para la hipertensión, para una persona que tuviera cáncer, o para un diabético. Entonces a veces llegaban a la consulta y yo le decía a la enfermera: bueno, aquí lo que tenemos que hacer es poner un vaso de agua con unas hierbitas porque no tenemos que mandarles a los pacientes”, recuerda Nelson de los últimos años que pasó en Cuba antes de su exilio en España.

LGBTI es la comunidad más discriminada en Cuba

Nelson, dentro de su postura de activista de derechos humanos y sobre todo LGBTI, considera que justo la comunidad LGBTI es “la comunidad más discriminada en Cuba”. Menciona que falta legislación que pueda amparar a la comunidad, con la finalidad de obtener derechos igualitarios a educación superior, calidad de atención médica o posibilidades laborales. “Le estamos siguiendo el juego a la dictadura y a Mariela Castro, que nos entretiene con el tema del matrimonio igualitario. Que es un tema que es importante, pero reitero, no es tan importante, porque no me va a dar la libertad, no me va a dar los derechos”, resume Nelson.

Un barco que navega para un solo lado

“Tengo esperanzas de que las cosas van a cambiar. Al cubano y la sociedad cubana le falta la unión. Porque el gobierno cubano se ha esforzado para desunir a las personas que piensan diferente”, va poco a poco cerrando la entrevista Nelson, resaltando su gratitud por la cantidad de jóvenes cubanos que se muestran interesados por la libertad de Cuba. “Van a ocurrir cambios, porque la población está cansada de estar navegando en un barco que navega para un solo lado y al final se queda en el mismo lugar. […] Si nos unimos todos, tanto los de allá como los de acá, vamos a lograr que Cuba recupere la libertad que perdió en el 1959”, cierra la entrevista.

 

„Na Kubě máme rčení: komunismus ti zláme nohy, ale potom ti nabídne berle,“ říká Nelson Gandulla Rías, kubánský doktor a exulant žijící v Madridu. „Co mi pomohlo, bylo zboření mýtů o bezplatném zdravotnictví a školství, tedy mýtů Revoluce,“ dodává.

Nelson Gandulla Rías se narodil 25. února 1988 ve městě Sancti Spíritus, kde žili jeho prarodiče. Celý život však vyrůstal na okraji města Cienfuegos. Nelson si velmi dobře vzpomíná na své dětství, díky čemuž si mimo jiné pamatuje na události roku 1992, uprostřed takzvaného Zvláštního období [Período Especial]. „Mnozí z mých přátel se ke mně domů chodili najíst, protože doma neměli ani olej a vajíčka museli smažit na vodě. Vzpomínám si na tyhle smutné věci,“ vypráví Nelson v rozhovoru z října 2020 v Madridu, kde pobývá v exilu od roku 2018.

Oběť jeho rodičů

Nelsonova matka, kromě toho, že vystudovala ošetřovatelství a pracovala v Národní misi, měla ještě druhé zaměstnání v družstvu na venkově. Byla to velmi vyčerpávající práce. Nelson si vzpomíná, že když si jednou zlomil loket a šel s maminkou k lékaři, vypadala jeho matka tak zmoženě, že si doktor myslel, že ji Nelson doprovází na ošetření. „Jsou věci, které vás poznamenají a navždy ve vás zůstanou, člověk vidí, jak se pro své děti jejich rodiče obětují, aby je vychovali v zemi, kde není třeba nic přikrášlovat, protože každý ví, jak se žije na Kubě,” přiznává Nelson.

Studium medicíny

Od mládí byl Nelson velmi učenlivý, díky čemuž se mu podařilo splnit striktní nároky přijímacího řízení na univerzitu. Byl přijat na fakultu medicíny, kde se měl stát všeobecným lékařem, což se mu konečně splnilo až v roce 2015. Vzpomíná si, že studium bylo velmi drsné. „Ve srovnání s mými politickými aktivitami a aktivismem to pro mě bylo trochu těžké, protože jsem musel být ostražitý,“ vypráví. I po dokončení studia na univerzitě byl Nelson aktivista. Zajímavé však je, že jej k aktivismu dovedla „provládní iniciativa“ – Nelson byl totiž napojený na Cenesex, Národní centrum sexuální výchovy, které založila Mariela Castro. Kromě toho byl Nelson jedním ze zakladatelů Red de Jóvenes, „Sítě mládeže“, jenž sdružovala homosexuální a transsexuální komunitu z celého ostrova Kuby.

Cenesex je podfuk

Centrum Cenesex, jak dosvědčují mnozí další, kteří se na něm podíleli, se podle Nelsona ukázalo být podvodem. Přestože se uskutečňovaly semináře a poradenství pro LGBTI komunitu, „cíle se nikdy nenaplnily, zprávy se začaly nafukovat, jak říkáme na Kubě, a začala se zveřejňovat falešná data o aktivitách, které ani neproběhly,“ popisuje podvody v rámci Cenesexu. „Nakonec se ani nevědělo, kam mizí finanční prostředky [Cenesexu]. Například: zorganizovali jsme projekci s debatou, kde se měl podávat catering, ale ona debata nikdy neproběhla. Takže to všechno byla lež. Poslední kapkou byla vlna represí, která přišla v letech 2013 a 2014 na tzv. Místech setkávání. S několika aktivisty jsem se podílel na zdravotní osvětě na jednom z těchto míst, a zapletli jsme se do zátahu. Všechny nás zatkli. Nejdříve nás postavili na ulici, kudy projížděla veřejná doprava a kde jsme byli všem na očích, aby bylo jasné, že jsme provedli něco nevhodného, něco nemorálního. Potom nás odvezli autem na první policejní jednotku Cienfuegos, kde nám všem přišili napomenutí za exhibicionismus na veřejnosti, což nebyla pravda, protože to místo bylo v lesíku a navíc tam nikdo nic neprováděl. Rozdávali jsme kondomy, lubrikanty, letáky o lidských právech a dalších informacích ohledně LGBTI komunity,“ vypráví Nelson. Se svými kolegy samozřejmě podal stížnost na samotný Cenesex, ale ten podle jeho výpovědi nijak neodpověděl na události zadržení, ke kterým došlo. „Myslím, že jsem se ocitl na nesprávném místě, bylo to místo, kde se nebránila práva nikoho,“ shrnuje Nelson to, jak skončila jeho činnost v Cenesexu.

Státní bezpečnost

Mezitím, když byl v druhém ročníku univerzity, se o něj začala zajímat Státní bezpečnost. „Poprvé jsem si uvědomil, že o mě má Státní bezpečnost zájem, když jsem byl v jídelně a přišel tam člověk, kterého jsem neznal, s tím, že je na škole prý nějaký ničema a kontrarevolucionář. Lidi se ho optali, jakže se jmenuje, a on že prý nějaký Nelson Gandulla. Ale nevěděli, že jsem to právě já, ten slavný univerzitní kontrarevolucionář. A tak začaly jejich manévry – podpláceli profesory, aby mě bezdůvodně nechali propadnout ze zkoušky, domlouvali mým spolužákům, aby mi co nejvíce ztěžovali život, ponoukali je k tomu, aby mě šikanovali za moji sexuální orientaci, za moji ideologii a tak dále,“ vzpomíná Nelson. Několikrát byl předvolán na výslech Státní bezpečnosti, ale vždy pod nějakou záminkou, jako třeba kvůli svému cestovnímu dokladu. „Nařkli mě, že mě platí imperialisté,“ vysvětluje Nelson oficiální zdůvodnění a dodává, že mu dokonce vyhrožovali vězením za urážku na cti Mariely Castro. „Ten, kdo dožene Marielu před soud, budu já,“odpověděl tehdy Nelson s argumentem, že Mariela neodpověděla na jeho formální stížnost způsobem, jaký vyžaduje zákon.

Výhružky smrtí

Tato troufalá slova mířená na Marielu Castro mu zajistila ještě větší odpor ze strany kubánské politické policie a Státní bezpečnosti, a jejich výhrůžky se tak dále stupňovaly. „Že budu mít nehodu, že mě po párty najdou na smetišti, jak mě žerou mravenci, a nikdo nikdy nezjistí, že to byli právě oni,“ popisuje. Nakonec byl Nelson tzv. regulován, to znamená bez možnosti opustit Kubu. Avšak jednoho dne se mu to podařilo díky pozvánce jeho přátel z Německa. Z Německa poté přejel do Španělska, kde požádal o politický azyl. „Nikdy jsem neměl v plánu odejít z Kuby navždy,“ dodává Nelson. Měl už ale plné zuby výhružek smrtí a strach o něj měla celá rodina. „Moje maminkami, navzdory tomu, že s diktaturou sympatizuje, řekla: ‚Ty tady nemáš své místo a musíš odsud odejít. Budu radši, abys odešel, než abych přišla o syna úplně,‘ “ vzpomíná Nelson.

Exil ve Španělsku

První týdny v exilu byly obtížné, Nelson si pamatuje, že hodně plakal, stýskalo se mu po domově a po jeho rodině. „Znáš to, když člověk přijede do kapitalistické země, první co udělá je, že jde do McDonaldu. To první, co jsem udělal já, bylo, že jsem si lehnul do postele. První týden po všem tom stresu, kterým jsem si prošel, jsem prakticky jenom spal,“ vzpomíná. Později si nechal úředně potvrdit svůj titul a začal znovu pracovat jako lékař. „Je pro mě velmi důležité přispět nebo se nějakým způsobem odvděčit zemi, která mě přijala, která mi otevřela své dveře, hodně to pro mě znamená,“ shrnuje Nelson.

Zdravotní systém na Kubě

„Je pravda, že kubánský zdravotnický personál je velmi dobře proškolený. Ale já hodnotím celý systém, nejen jeho personál, jelikož do zdravotnického systému se řadí všechny instituce a technologie, a v tomto ohledu je na tom podle mě Kuba hodně špatně. Instituce nesplňují požadavky a jsou i nemocnice, které vůbec jako nemocnice nevypadají. Můžeš narazit na diagnostická zařízení, která jsou již zastaralá. […] Poslední roky, co jsem praktikoval na Kubě, to pro mě jako zdravotníka bylo velmi náročné, protože jsem musel léčit bez základních léků Národního programu léčiv. Chybělo mi 49 léků a tím nemyslím ibuprofen nebo paracetamol, chyběly mi léky na vysoký tlak, pro pacienty s rakovinou nebo léky pro diabetiky. Takže když přišli na vyšetření, řekl jsem sestře: ‚doporučíme mu sklenici vody s bylinkami, protože ty nemusíme pacientům předepisovat,‘ “ vzpomíná Nelson na poslední roky strávené na Kubě před exilem ve Španělsku.

Nejvíce diskriminovaná komunita na Kubě je LGBTI

Nelson se jakožto aktivista za lidská práva a především práva příslušníků LGBTI komunity domnívá, že LGBTI je „nejvíce diskriminovaná komunita na Kubě”. Uvádí, že chybí právní předpisy, které by mohly komunitu chránit a podporovat k tomu, aby měli rovná práva na vysokoškolské vzdělání, kvalitní lékařskou péči nebo pracovní příležitosti. „Sledujeme hru diktatury a Mariely Castro, která nás zdržuje tématem rovného manželství. Toto téma je rozhodně důležité, ale opakuji, že není tak zásadní, protože mi nezaručí ani svobodu ani rovná práva,” shrnuje Nelson.

Loď, jež pluje jen jedním směrem

„Pevně doufám, že se věci změní. Kubáncům a celé kubánské společnosti chybí jednota. Kubánská vláda se totiž snaží rozdělit lidi, kteří uvažují jinak než ostatní,” uzavírá pomalu Nelson rozhovor a zdůrazňuje svou vděčnost vůči mnohým mladým Kubáncům, kteří se zajímají o svobodu Kuby. „Změny přijdou, jelikož lidé už jsou unavení z plavby na lodi, která pluje jen jedním směrem a nakonec vždy dopluje na to samé místo. […] Pokud se všichni spojíme, ať už tam nebo tady, podaří se Kubě dostat nazpět svobodu, o niž přišla roku 1959,” zakončuje rozhovor.

© Všechna práva vycházejí z práv projektu: Memoria de la Nación Cubana / Memory of the Cuban Nation

  • Witness story in project Memoria de la Nación Cubana / Memory of the Cuban Nation (Eva Kubátová)