“En la prisión es donde más Abajo Fidel he oído gritar yo, no a presos políticos, sino a los mismos delincuentes, porque al delincuente como no le atienden, cuando tiene un dolor de muela, por ejemplo, entonces se pone a gritar Abajo Fidel, Abajo Raúl, para entonces tener ya la atención de la guarnición y que ésta venga a él. Yo decía que gritar Abajo Fidel no es nada, porque lo grita cualquiera, eso no te da una medalla de valor, ni te da reconocimiento al más fuerte o al más radical opositor, eso lo grita cualquiera y el día de mañana está gritando Viva Fidel en un acto en la prisión, pero ese era el mecanismo que tenían ellos para llamar la atención”.
“Es importante saber que a la persona que tu sigues y le reconoces la autoridad y el liderazgo político por su capacidad política, responde así en ese momento, sino como un amigo. Oswaldo [Payá] no era solo nuestro líder político, no solo era nuestra referencia moral ni ética en la lucha contra el régimen cubano. Era también nuestro amigo, nuestro hermano, nuestro maestro, era como nuestro padre. En ese sentido yo agradezco mucho y estoy orgulloso de que la relación que ambos teníamos era recíproca. Así como yo le decía Vapu a él, que en hindú significa padre y era como le decían los hindúes a Gandhi y él me decía Filius”.
“El régimen siempre ha tratado de desviar la atención de los derechos de las personas, del pueblo, hacia objetivos más primarios. Por ejemplo, nosotros [MCL] hicimos una propuesta de reencuentro nacional. Estábamos presos ya, pero la hizo Oswaldo [Payá] en el año 2007 y pedíamos en esa propuesta que se presentó al Parlamento cubano, a la Asamblea Nacional del Poder Popular, que se reconociera el derecho de todos los cubanos de entrar y salir de su propio país. Que se reconociera el derecho de todos los cubanos a decidir en qué lugar, de su propio país quiere vivir, y no es que estemos peleando por el derecho de entrar y salir, es que, dentro de la misma Cuba, los cubanos no tienen derecho a residir donde quieran. Se segrega tanto, que se ha hablado de los desprotegidos, de los pobres, tanto que el régimen ha hablado y exaltado el espíritu rebelde de los orientales, las personas que viven en el oriente de la isla, para, digamos que endrogar el espíritu chovinista y regionalista de la gente”.
“El camino que se recorre de la Ley a la Ley, es para tratar de que no sea una transición traumática, de que el cambio no sea traumático. Pero también nos permite, en medio de ese estado represivo, totalitario y digamos, de esa apatía, generar dentro de la población e ir trabajando, creando e ir formando a las personas, para el cambio. Yo no digo que refugiarnos en eso, porque es muy cómodo. Pero tenemos que preparar a la gente para que hagan el cambio, no para el futuro, porque Cuba no necesita el futuro ahora. Cuba necesita el presente y el presente es ser libre porque es lo que no tenemos”.
Regis Iglesias Ramírez nació el 18 de septiembre de 1969, en Cuba. Hijo de Carlos Iglesias e Isabel Cristina Ramírez y proveniente de una familia arraigada a la fe católica, de la cual recibió una formación ecléctica. Viajó a China siendo niño, debido que su padre era corresponsal de la Agencia Prensa Latina en Pekín. Ya joven, conoció a Fray Miguel Ángel Loredo, único sacerdote cubano que estuvo 10 años preso, del cual se nutrió de sus ideas políticas. Pasó a formar parte del Movimiento Cristiano de Liberación [MLC], fundado por Oswaldo Payá, quien en 2012 perdería la vida en un accidente de tráfico junto al también integrante del MCL, Harold Cepero. Luego de meterse de a lleno en las labores políticas del MCL, cae preso junto a compañeros de lucha y condenado a casi 8 años de privación de libertad, pasando en estos años por 5 prisiones de la isla. En 2009 es exiliado a España, donde reside actualmente y continúa abogando por la libertad de Cuba.
