The following text is not a historical study. It is a retelling of the witness’s life story based on the memories recorded in the interview. The story was processed by external collaborators of the Memory of Nations. In some cases, the short biography draws on documents made available by the Security Forces Archives, State District Archives, National Archives, or other institutions. These are used merely to complement the witness’s testimony. The referenced pages of such files are saved in the Documents section.
If you have objections or additions to the text, please contact the chief editor of the Memory of Nations. (michal.smid@ustrcr.cz)
#LIBERTAD. Cuba entre su pasado y su futuro.
#LIBERTAD CUBA ENTRE SU PASADO Y SU FUTURO Eva Kubátová, Martin Palouš
DESCARQUE AQUÍ: https://www.memoryofnations.eu/sites/default/files/2021-12/%23LIBERTAD.pdf
En formato electrónico publicado en diciembre de 2021 por Post Bellum , organización sin fines de lucro, con sede en la República Checa.
El libro fue subvencionado por el programa TRANSITION del Ministerio de Asuntos Exteriores de la República Checa.
Los testimonios listados en la presente publicación son resultado del trabajo documental del proyecto Memoria de la Nación Cubana entre los años 2017-2021.
Diseño gráfico: Barbora Klimszová .
Edición: Eva Kubátová y el equipo de editores y correctores del proyecto Memoria de la Nación Cubana.
Introducción, conclusión y consultas: Martin Palouš y el equipo de la Plataforma Internacional por los Derechos Humanos en Cuba y sus cooperadores.
Fotografías realizadas por el equipo de Post Bellum dentro del marco del proyecto Memoria de la Nación Cubana, en Cuba, Miami y Madrid, 2017-2021.
ISBN 978-80-908390-0-7
© Post Bellum, z.ú., 2021
La mejor resistencia al totalitarismo es simplemente desarraigarlo de nuestras propias almas.
Václav Havel[1]
#LIBERTAD es uno de los resultados del proyecto Memoria de la Nación Cubana, realizado por la Plataforma Internacional para los Derechos Humanos en Cuba (organización sin fines de lucro con sede en Miami), el Programa de Václav Havel para los Derechos Humanos y Diplomacia de la Universidad Internacional de Florida, y por último, pero definitivamente no menos importante, la organización checa sin fines de lucro Post Bellum, cuyos trabajadores y colaboradores han hecho posible todo el trabajo documental de las entrevistas. No debo olvidar también la gran importancia del programa Transition del Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Checa, patrocinador principal del proyecto Memoria de la Nación Cubana desde 2017.
El libro #LIBERTAD es nuestra contribución al debate cubano desde la perspectiva de los “observadores comprometidos”, aquellos que saben perfectamente bien que no pueden ni deben inmiscuirse en los asuntos internos cubanos, pero pueden y deben aportar sus propias perspectivas externas, experiencia. y el conocimiento que haya podido surgir de ella.
Desde 2017 hemos estado recopilando, en cooperación con una extensa red de cooperadores cubanos, testimonios orales de personas que han estado y están siendo expuestas a las presiones desarraigadas del régimen totalitario instalado en Cuba en 1959, y quienes lo han intentado enfrentar y siguen haciéndolo, cada uno en sus propios términos. Ahora, finalizando el año 2021, contamos con alrededor de 200 testimonios en nuestra colección, donde resuenan alrededor de 200 voces de libertad, expresando sus vivencias, visiones y esperanzas del futuro de todas las generaciones de cubanos de pensamiento libre dentro y fuera de la isla, tanto los que ya han cumplido los 80 como los que actualmente apenas tienen 20 o 30.
El 1 de enero 2022 se van a cumplir 63 años desde el momento en que los revolucionarios encabezados por su Commandante Maximo Fidel Castro, entraron en La Habana e iniciaron de inmediato el proceso de cierre de la sociedad cubana y su transformación según su diseño totalitario. Por lo tanto, frente a la realidad de la profundización de la crisis política y económica en Cuba, hemos decidido seleccionar 63 testimonios representativos, cada uno por un año de duración del régimen de Castro en Cuba.
¿Cuál es el público que debería recibir el mensaje de #LIBERTAD? ¿Quiénes deberían ser sus principales lectores? En primer lugar, son los cubanos en general, todas las personas de buena voluntad, tanto dentro la isla como en el exilio, es decir, todos los que comparten su cubanidad como rasgo común, pero al mismo tiempo son capaces de pensar libremente por sí mismos, articulando su propio pensamiento y opinión. Nuestro objetivo es animar la discusión entre todos los miembros comprometidos y responsables de esta gran nación caribeña, de esta república criolla, políticamente inexistente en este momento, pero sin embargo aún viva, con todas sus tradiciones, altibajos históricos, memoria y experiencia personal y colectiva; es decir, una Nación en busca de su reunificación y de la posibilidad de un nuevo inicio después de décadas de conflictos internos y divisiones.
Según nuestro punto de vista, es evidente a quién se le debe culpar por el estado actual de las cosas en Cuba. Obviamente no a los que hablan en este libro: disidentes, defensores de los derechos humanos y de la democracia, sino al sistema totalitario vigente en Cuba desde hace más de seis décadas que, con todos los medios disponibles en su aparato represivo, desacredita las opiniones de los cubanos comunes, la manipula forzosamente, difunde desesperanza y miedo, bloquea cualquier espontaneidad entre los cubanos y cualquier forma de libre pensamiento y expresión. Es una forma de gobierno quebrada, ineficaz y, ante todo, ilegítima, que nunca ha dado una oportunidad a la democracia, nunca ha permitido elecciones multipartidistas libres y justas, según la promesa hecha al pueblo por el propio Fidel Castro cuando tomó el poder. Es un régimen político autocrático obsoleto, que intenta desesperadamente mantenerse en el poder a comienzos de la tercera década del siglo XXI, combinando la vieja retórica revolucionaria gastada del Castro-comunismo con los intentos repentinos de introducir nuevas políticas económicas que contienen ciertas reformas cuidadosamente calibradas, permitiendo a empresarios privados e inversionistas extranjeros entrar con sus iniciativas en la economía cubana disfuncional, pero al mismo tiempo manteniendo intacta la posición de monopolio del Estado totalitario cubano y del grupo de “capitalistas” selectos que operan hoy bajo su techo, aliados de una forma u otra con los detentores actuales del poder.
El arreglo y el diseño gráfico de #LIBERTAD está inspirado en el juego de dominó, un pasatiempo muy popular entre los cubanos. El dominó forma parte indivisible de su vida cotidiana, así como bien afirma el dicho popular de que no hay sábados sin sol, ni fiesta cubana sin dominó. Los testimonios individuales plasmados en esta publicación van mano a mano con las fichas del “doble nueve”, que es la variedad específicamente cubana de este juego. Las fichas del dominó son aquí una especie de narrador histórico, numerando del 0 al 9 las fechas y generaciones específicas, e indicando que se puede jugar con ellas un juego: el juego por una Cuba libre; un juego en el que cada lector tiene la libertad de tomar su propia decisión de por dónde empezar y cómo proceder en su lectura, es decir, de cómo llegar desde el principio del libro hasta el final.
Y lo que es aún más importante: el lector cubano deberá tener en cuenta que no estará solo en esta tarea. Hay miles más, por toda Cuba, desde los habitantes de La Habana y otras grandes ciudades hasta los que viven en los pueblos más pequeños del campo montañoso, apasionados por el juego de dominó, que también leerán #LIBERTAD, transformando así la actividad solitaria de lectura en algo cualitativamente diferente, es decir, en un asunto esencialmente pluralista y público; en una obra que es, como se dijo a sí mismo Hamlet de Shakespeare después de haberles dado la bienvenida a los actores del teatro al castillo de Elsinor, “la obra en la que se enrede la conciencia del Rey”.[2]
En otras palabras: #LIBERTAD debe ser percibido como una invitación para que todos los cubanos, incluyendo a los que aún apoyan al régimen comunista (!), se sienten a la mesa en su barrio, con los que están alrededor, y se pongan a jugar.
Primero barajando las fichas del dominó.
Luego recibiendo sus fichas para jugar y empezar a pensar estratégicamente para realizar sus jugadas, siguiendo con atención la línea de juego y, a pesar de posibles derrotas temporales, seguir jugando como miembro de un equipo; utilizar con prudencia las fichas a su disposición tratando de leer la mente de los que están del otro lado; ser consciente de sus errores de cálculo pasados, aprender de sus propios errores...
Todo eso teniendo en mente la esperanza de que su equipo termine derrotando a su oponente, y así tenga la oportunidad de exclamar el grito victorioso de ¡dominó! al final.
He aquí nuestras preguntas audaces: ¿No sería posible que el espíritu placentero del juego del dominó pueda cambiar también el clima cubano de ideas políticas y cambiar la lucha a muerte entre el gobierno respaldado por las fuerzas policiales fuertemente armadas y los manifestantes prodemocráticos que por ahora tienen las manos vacías? ¿Existe la posibilidad de imaginarse que un capítulo verdaderamente nuevo en la historia de Cuba finalmente comience en este ambiente para que los que hablan a través de las fichas en #LIBERTAD a los jugadores del dominó convertidos en lectores puedan decirse a sí mismos que lo que han estado soñando se ha convertido en realidad, que su misión ha sido cumplida?
Este libro, publicado en su versión electrónica en diciembre de 2021, también pretende ser nuestro regalo de Navidad a todos los cubanos, como un mensaje de buena voluntad y una expresión de esperanza de que las cercanas Fiestas Navideñas puedan ser percibidas como una inspiración y como una oportunidad única para hacer un nuevo comienzo nacional: reabrir la sociedad cubana cerrada, ayudar a todos sus miembros a liberarse de sus grilletes, superar sus miedos y hablar alto y claro para finalmente deshacerse del totalitarismo y revivir el espíritu perdido de su república criolla. Es decir, hacer que la ficha del doble-dos, simbolizando el año 2022, sea la que cambie el rumbo del juego cubano.
Por supuesto, no todos los cubanos son cristianos, y es una bien sabido que incluso entre los cristianos hay diferencias, derivadas de las diferentes tradiciones de sus denominaciones. Además de eso, hay una fuerte tradición viva de la santería en Cuba, una religión sincrética que combina elementos importados de África a la región caribeña, el espiritismo local y el catolicismo romano. También hay judíos, musulmanes, ateos y creyentes en “algo superior a nosotros”, es decir, en una espiritualidad interreligiosa o transreligiosa posmoderna un tanto ecléctica que viven en la isla. Y seguro que hay muchos cubanos con la mente firmemente anclada en la tierra, guiados solo por su intuición, buena voluntad y sentido común, sin tiempo ni capacidad para pensar en las cosas sobrenaturales, lidiando solamente con el dolor y angustia de su día a día.
Sin importar en este momento cuál sea su cosmovisión, posición social, nivel de educación, profesión, etc., todos los cubanos, sin embargo, son en primer lugar cubanos, seres humanos animados por su cubanidad y amor hacia su patria. En ese sentido, nosotros, que no somos cubanos, sino solo “observadores comprometidos” de las batallas actuales de los cubanos por su verdadero yo e identidad, tenemos fuertes razones para creer que los ejemplos de los individuos a los que #LIBERTAD está dando voz tienen poder para cambiar los textos bíblicos que se leen habitualmente en la temporada navideña, como por ejemplo los del profeta Isaías, donde habla de “un niño” que “nos es nacido”, que llevará “el principado sobre su hombro” y cuyo nombre se llamará “Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz”,[3] o sobre el milagro de que “el pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz […] que resplandeció sobre ellos”[4] y la llegada de un momento en que “volverán sus espadas en rejas de arado, sus lanzas en hoces”[5], para darle a este año para todos los cubanos de buena voluntad y mente abierta un significado apelativo muy especial.
Esperamos, por supuesto, que no solo los cubanos lean este libro. Entonces, ¿cuál es el mensaje de #LIBERTAD para ellos, para el público internacional en general?
Echémosle primero un vistazo al proyecto general de Post Bellum, Memoria de las Naciones, del cual nuestro proyecto de la Memoria de la Nación Cubana forma sólo una pequeña parte.
Es una colección de testimonios personales, fotografías, prensa y documentos de archivo de las eras totalitarias del siglo XX. […] El archivo disponible en línea incluye recuerdos de veteranos de la Segunda Guerra Mundial, sobrevivientes del Holocausto, combatientes de la resistencia, presos políticos, disidentes, veteranos de guerra contemporáneos, minorías étnicas, pero también de aquellos que estuvieron en el lado represivo de los regímenes totalitarios: Seguridad del Estado, KGB y otros. […] No limitamos nuestros testimonios a la vida de héroes y personajes famosos. Cientos de testigos entrevistados tienen historias dramáticas e increíbles de resistencia y valentía personal.[6]
Por un lado, es importante señalar que, dentro de los casi 7000 testimonios publicados en Memoria de las Naciones, la colección cubana es relativamente pequeña: hasta ahora hemos reunido 200 testimonios y seleccionado solo 63 de ellos para esta publicación. Sim embargo, esta pequeña parte cubana pertenece ya a un conjunto mucho mayor de Memoria de las Naciones, y así, cada persona que se aproxime al archivo tendrá la oportunidad de observar de manera comparativa las historias de Cuba con otros totalitarismos, y comprobar que hay historias bastante similares a las cubanas contadas por testigos de otras regiones lejanas a la isla.
Sin embargo, hay algo esencial que nunca se debe dejar de enfatizar, porque marca una diferencia real aquí. Para los testigos de Europa central y oriental, el totalitarismo es, al menos por el momento, una cuestión del pasado. Sus reflexiones pueden enmarcarse como algo hecho post bellum, es decir, después de la guerra, que terminó felizmente en el annus mirabilis, el año milagroso de 1989.
Para los cubanos, sin embargo, este no es el caso. Las historias cubanas son diferentes pues hablan del heroico esfuerzo por hacer frente a este fenómeno político aún presente en la Cuba de hoy, a comienzos de la tercera década del siglo XXI. No demuestran las características nocivas del sistema denle el pasado, que sin duda influyó decisivamente en el curso del siglo XX, sino que están enviando mensajes sobre sus trasformaciones y manifestaciones actuales. Sus narradores no están en la situación de postguerra, dado que todavía se encuentran, en 2021, in bello, en el curso de la guerra, dentro de las batallas continuas por la libertad.
Hay tres puntos que me gustaría señalar aquí.
El primero está vinculado a lo que acabo de decir sobre la presencia continua del totalitarismo del gobierno cubano.
No es sólo una carga pesada que aún recae sobre los hombros de la nación cubana, no es un problema de “un país lejano [...] del que no sabemos nada”, parafraseando las palabras del primer ministro británico Chamberlain expresadas en 1938, cuando su gobierno estuvo de acuerdo con la destrucción de Checoslovaquia para apaciguar a Adolf Hitler y “asegurar la paz de nuestro tiempo”. ¡El totalitarismo representa un peligro al que toda la humanidad mundial está aún expuesta y, por lo tanto, la humanidad lo debe enfrentar!
Lo que pasa es que la solidaridad internacional con la oposición democrática cubana requiere mucho más que una respuesta acertada a la pregunta de si nosotros, afortunados habitantes del mundo libre, estamos dispuestos a centrarnos no solo en nuestro bienestar material, sino a vivir de acuerdo con los valores y principios fundamentales declarados de nuestra civilización.
Es también una prueba de si tenemos suficiente imaginación para diagnosticar a tiempo las tendencias totalitarias en nuestros propios países democráticos y encontrar una cura oportuna para esta enfermedad mortal antes de que comience a quitarnos nuestro estilo de vida libre; convirtiendo sus primeros síntomas, tal vez solo leves, en elementos de algunas nuevas formas de autocracia, en pandemias políticas aún desconocidas pero, gracias a su alcance global, aún más peligrosas que el nazismo alemán o el comunismo soviético: dos variedades conocidas de esta especie que surgieron en el transcurso del siglo XX y contagiaron a la humanidad.
El segundo punto se refiere a cómo las luchas actuales de los cubanos con los legados totalitarios en su propio país deben ser percibidas en términos mundiales; es absolutamente necesaria una respuesta adecuada de la sociedad internacional a la crisis cubana. La democratización cubana, la reapertura de la sociedad cubana, cerrada durante décadas por su gobierno autocrático suscrito a la ideología del Castro-comunismo, su curación de su persistente enfermedad totalitaria crónica, requiere una acción concertada y efectiva del lado de las democracias mundiales; creyendo todavía en lo que la conferencia Forum 2000[7] claramente demostró, la realización de la idea del presidente estadounidense Woodrow Wilson exclamada durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918): que el mundo de posguerra podía “ser creado de forma segura para la democracia”. Sin embargo, aquí nos enfrentamos con una conclusión clara si la visión de Wilson se ha de concebir como una propuesta realista en la encrucijada histórica en la cual el mundo se encuentra ahora, en el inicio de la tercera década del siglo XXI: la cooperación entre los actores clave de este juego en el ámbito de las relaciones internacionales (Estados Unidos, la Unión Europea, los países democráticos de América Latina) representa un paso fundamental en esta dirección.
Y tercero: lo que hay que tener en cuenta, examinándolo cuidadosamente y reflexionando con suficiente precisión en caso de que se proponga tal plan de acción, son las transformaciones del totalitarismo a través del transcurso de las décadas de su dominio político, pero al mismo tiempo también de la historia de la resistencia en su contra, la cual en el caso específico de Cuba empezaría desde las rebeliones armadas de los años 60, junto a las intervenciones militares dirigidas desde el extranjero, hasta el concepto de la resistencia pacífica y no violenta, ambas bien ilustradas en los testimonios personales presentados en este libro a través de las diferentes generaciones que de forma natural conforman el transcurso de la vida del pueblo cubano.
Voy a dejar este análisis suficientemente profundo, detallado e históricamente informado de una variante del totalitarismo que aún existe en Cuba -inspirado no solo por el marxismo-leninismo, sino por lo que podría ser un sabor distintivo del “realismo mágico” traído por el castrismo y che-guevarismo al ámbito de la política mundial-, a expertos más calificados, de preferencia cubanos. En cambio, voy a concluir este texto introductorio a #LIBERTAD con unas observaciones de Václav Havel, quien, en su texto de 1986, es decir, tres años antes del ya mencionado annus mirabilis de las revoluciones de 1989, trató de comprender lo que sucedió en su propio país ubicado “en el corazón de Europa” después de más de cuatro décadas del régimen comunista y sus metamorfosis específicas a lo largo de las décadas:
El ethos revolucionario y el terror han sido reemplazados por una inercia sorda, una cautela cargada de pretexto, un anonimato burocrático y un comportamiento estereotipado y estúpido, cuyo único objetivo es llegar a ser, cada vez más plenamente, exactamente lo que son. Los cantos de los fanáticos y los gritos de los torturados se han silenciado. La anarquía se ha puesto guantes de cabrito y se ha trasladado de las cámaras de tortura a las oficinas tapizadas de burócratas sin rostro.[8]
El sistema totalitario avanzado depende de dispositivos manipuladores tan refinados, complejos y poderosos que ya no requiere de asesinos y víctimas. Menos aún requiere que los ardientes constructores de la utopía difundan el descontento con sus sueños de un futuro mejor. El epíteto del ‘socialismo real’, que esta época ha acuñado para describirse a sí mismo, señala con el dedo a aquellos para quienes no tiene lugar: los soñadores.[9]
Puede que la experiencia cubana con el totalitarismo sea algo diferente y, en contraste con el caso checoslovaco, incluso la realidad cubana actual es una extraña combinación de terror revolucionario y la aplicación de dispositivos manipuladores de sistema totalitario avanzado. Entiendo este punto, pero, como observador comprometido, no tengo nada más que agregar. Sólo les deseo a todos los que tienen ahora #LIBERTAD, esas 63 historias de soñadores cubanos, en sus manos: ¡tengan una lectura inspiradora!
Tal vez todavía quede una cosa por decir, en conclusión: ¿podrían aceptar esta introducción como otra ficha adicional que tienen frente a ustedes a la hora de empezar a jugar al dominó? Si la aceptan, úsenla, si no, simplemente ignórenla o incluso tírenla. Pero a la hora de jugar, ¡sean inteligentes, piensen estratégicamente y tengan mucha suerte en la partida!
[1] Havel, V.: Politics and Concience. In: Open Letters. Selected Writings 1965-1990. Edited and translated by Paul Wilson, Alfred A. Knopf, New York, p. 268
[2] Hamlet, Acto 2, Escena 2
[3] Isaías 9:6
[4] Isaías 9:2
[5] Isaías 2:4
[6] Janoušková, M.: Remarks on Post Bellum and the Memory of Nations Project. In: The Presence of the Past. Essays on Memory, Conflict and Reconciliation, Martin Palouš and Glenn Hughes, Editors, Academica Press Washington/London, 2019, p. 9-10
[7] 5 Big Ideas - What now? Building back democratically | Forum 2000
[8] Havel, V.: Stories and Totalitarianism. In: Open Letters. Selected Writings 1965-1990. Edited and translated by Paul Wilson, Alfred A. Knopf, New York, p. 330
[9] Ibid., p. 332
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Witness story in project Memoria de la Nación Cubana / Memory of the Cuban Nation ()