The following text is not a historical study. It is a retelling of the witness’s life story based on the memories recorded in the interview. The story was processed by external collaborators of the Memory of Nations. In some cases, the short biography draws on documents made available by the Security Forces Archives, State District Archives, National Archives, or other institutions. These are used merely to complement the witness’s testimony. The referenced pages of such files are saved in the Documents section.
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Od mříže ven rozhodujete vy, od mříže dovnitř rozhodujeme my!
narodil se 16. prosince 1942 ve městě Punta Brava, nedaleko od Havany
když dokončoval střední školu, přišla revoluce; studium na vysoké škole nedokončil
ve 21 letech byl zatčen za činnost proti revoluci
strávil ve vězení 24 let, vystřídal mnoho věznic
čelil fyzickému i psychickému násilí, při životě ho ale udržovala víra a ideály
nikdy nepřistoupil na režimní plán rehabilitace
nejhorším zážitkem bylo zastřelení spoluvězně při jednom z nepokojů ve věznici
odmítal modrou vězeňskou uniformu, strávil několik let pouze ve spodním prádle nebo nahý
od roku 1975 se režim trošku uvolňoval a začalo se více dbát na dodržování lidských práv
zahraničí požaduje po Kubě propouštění vězňů, ta souhlasila
dne 18. října 1988 byl Ángel propuštěn a přepraven do USA, kde žije dodnes
věří ve svobodnou Kubu a odpovědnost mladé generace, věří, že jeho úsilí nebylo ztrátou času
0:20 - 6:21
Mi nombre es Ángel Pardo Mazorra. Nací el 16 de diciembre de 1942 en Punta Brava, un pueblo de la provincia de la Havana. Allí desarrollé mi infancia estudiando en la escuela pública. Mis padres y mi familia era más o menos de una mediana posición, mi padre tenía un bufete de procaduría y realizaba sus actividades sociales también en el pueblo. Cuando termine mi primaria, fui a estudiar al Instituto de Segunda Enseñanza para empezar la calle de bachillerato y en ese proceso de bachillerato pues viene el 1959 con el triunfo de la revolución que como todos sabemos se convirtió una revolución comunista. Ya desde un principio, muchos estudiantes, nos dimos cuenta que los principios y conceptos que nosotros siempre habíamos estudiado, que habíamos mantenido, eran basados en la doctrina marciana, honraba a nuestros patricios aquellos que nos legaron una nacionalidad y que todo eso se estaba desdiversando y estaba tomando un rumbo que marchaba hacia el comunismo. Enseguida, pues nos dimos cuenta de la corriente comunista que estaba tomando la revolución y ya empezamos a oponernos y a conspirar en distintos movimientos clandestinos que se estaban gestando ya en esa época. Yo también formaba parte de una agrupación juvenil de la Masonería y la Asociación de Jóvenes esperanza de la fraternidad y dentro de ese campo también pues teníamos ya lo que era el concepto de patria y el concepto marciano y nos damos cuenta de que todos esos principios en esta doctrina se estaba desdiversando y así nos pusimos a conspirar también en distintos movimiento. Al terminarse el bachillerato pues iba a matricular en la universidad y como ya estaba haciendo tomada por la claque comunista pues ingrese la Universidad Masónica era una universidad privada y estudiaba la carrera de derecho. Cuando ya estaba en el segundo año, que interviene la universidad, pues deje de estudiar y entonces me puse a trabajar con mi padre en su oficina. Allí seguía laborando hasta que nos dimos cuenta que cada día era más profunda la penetración comunista. Se estaban instalando bases militares en distintas zonas, principalmente la zona donde yo vivía que era la parte occidental del país, y veíamos como habían campamentos donde ya no eran militares cubanos, quiénes estaban ellos, sino eran militares soviéticos y veíamos como pasaban tropas soviética por el pueblo en camiones, trasladando equipos militares y hasta una ranfulas que parecían algo extraña que nunca habíamos visto y después supimos que eran cohetes que estaban instalando en Cuba. Yo hice contacto a travez de distintas organizaciones que estaban trabajando en unidad revolucionaria, con un señor, ya pasado a la Crisis de Octubre, que vino de los Estados Unidos, aparentemente era un agente de la CIA, con el objetivo de buscar información sobre las bases militares conjuntamente con un telegrafista para mandar información a los Estados Unidos sobre la ubicación de campamentos militares soviéticos y de dónde están situadas dichas bases. La tarea mía en este grupo era investigar dónde estaban esos campamentos, tomábamos fotografía de las tropas militares de los distintos equipos y los mandamos para aquí, para los Estados Unidos para server de que todavía, a pesar de que cuando la Crisis de Octubre se sacaron los cohetes soviéticos de Cuba, todavía quedaban cohetes instalados y bases militares soviéticas con militar soviético en Cuba ya pasada la Crisis de Octubre, eso era el objetivo. Después fuimos detenidos en 1964, el 4 de noviembre 1964, en una regada que se hizo y cuando llegue a Seguridad del Estado pues fui sometido a un intenso interrogatorio atrás mi negativa de participación. Una madrugada vienen dos oficiales de la contrainteligencia y me enseñas la mayor parte de los planos y fotos que yo había entregado que supuestamente estaban en poder de la CIA y estaban en poder de la Seguridad del Estado cubano. Después pudimos comprobar por otros compañeros nuestros, que ya me han sido detenidos y se encontraban presos en la Cabaña, que ese señor, que nosotros lo conocíamos como Mario Ergordo o Onelio Valdez, que era el nombre clandestino que tenía, era el coronel maño de la contrainteligencia cubana que se había infiltrado en la CIA y había regresado a Cuba como agente de la CIA para tratar de hacer contactos y también fue la persona que es desarticuló toda la guerrilla del Escambray. Fue él que paro a que supuesto barco con americanos para que el carretero entregará las armas, fue el mismo señor ese que era de la contrainteligencia cubana y nosotros lo detectamos.
6:22 - 11:29
En la prisión de la Cabaña pues fui sometido a un juicio sumario. Los juicios en la Cabaña eran juicios realizados por militares, era un tribunal militar que no juzgaba a pesar de ser personas civiles. Porque ellos no consideraban que nosotros éramos presos políticos sino que éramos delincuentes contrarrevolucionarios y que estábamos atentando contra la revolución y por lo tanto el juicio era un juicio sumario donde ya la sentencia venía confeccionada de la Seguridad del Estado y fue una petición de 30 años. Al juicio de los 30 años en el juicio pedían que podría ser condenado a pena de muerte por mí participación pero después por distintas relaciones que tuviéramos a travez de algunas embajadas, me dejaron la condena a 30 años de prisión con trabajo obligatorio. Antes de caer preso ya nosotros teníamos que en cualquier momento voy a caer preso porque ya varios compañeros nuestros, que estábamos luchando juntos, estaban en la prisión y yo pensaba que en cualquier momento iba a ser uno de ellos también. Ya psicológicamente me estaba preparando para cuándo ya llegará ese momento, cómo lo iba a afrontar. Cuando llegue a Seguridad del Estado, por supuesto la impresión fue muy grande, pero sabía que tenía que resistir a cualquier método de tortura, tanto física como psicológica, porque ya por ahí pasaron otros compañeros nuestros, otros hermanos míos, que supieron sobrevivir y yo tengo también seguir el ejemplo de ello y tengo que mantenerme firme en todo este propósito. También cuando llegue a la prisión de la Cabaña, era un patio como unas galeras asignadas con mucha gente - 500 personas en una galera y cuando esté por primera vez dije: “Es increíble que yo tenga que vivir aquí.” Yo me lo imaginaba pero no pensaba que en una mazmorra ahí tenía que vivir y durmiendo en el suelo o comiendo una comida de una lata. Te levantaban a las 3:00 de la mañana a darte un poco de agua con café que era el desayuno, las tres de la tarde te dan un poco de harina que era la comida y eso era todo, durmiendo en el suelo sin ningún tipo de..casi sin asistencia médica. Lo más triste era que, dónde estábamos nosotros en la galera al fondo, me decían: “Cuando tú oigas algún movimiento de un carro por la noche después que suene cañonazo de las 9 pues haz silencio porque seguro que van a fusilar a alguien.” Y efectivamente muchas noches oíamos el carro pasar y si no se acercaba bien al fondo, oíramos los gritos de “Viva Cuba libre abajo el comunismo viva el Cristo Rey” y detrás la descarga de fusilamiento y uno o dos tiro de gracia. Eso era bastante impresionante, por lo menos para mí que era un joven, que había leído partes de historias de distintos países como era el terror de los mismos países comunistas de Europa pero no sabía que en realidad esto pudiera existir. Fue bastante difícil superar aunque también con los amigos que estaban allí, que me iban explicando con otros que iban llegando, pues iba más o menos ya ambientando me a ese ambiente. También se hacían las requisas de madrugada que salían los militares, un pelotón, bayonetas a mano nos mandaban a correr a quitarse la ropa, a desnudarse y nos obligaban que teníamos que pegarnos todo a la pared de las murallas y pinchándonos con las bayonetas y arriba los oficiales, el director y hasta las mujeres milicianas riéndose mirando como nosotros teníamos que correr detrás de las bayonetas y como éramos pinchados. Todas esas reacciones pues las sufrimos en la prisión de la Cabaña. Después, a los 5 meses de estar allí, que ya me habían celebrado el juicio, me trasladaron para la Isla de Pinos.
11:30 - 15:47
Los interrogatorios eran en unos cuartos fríos. Habían siempre dos o tres oficiales, unos que te increpaban, te insultaban y amenazaban, te golpeaban y el otro que se hacía el bueno me decía: “Mira, acuérdate bien, si tú pues declaras y dices la verdad, no te va a pasar nada.” Yo decía: “Pues yo no tengo nada que decir.” - “Nosotros lo tenemos todo y lo sabemos todo.” - “Si ustedes lo tienen todo, lo saben todo, bueno, yo no tengo nada que decir.” - “Tú eres un cínico, tú eres así..” y me golpeaban. Me mandaban otra vez para la cerda incomunicada y al otro día me sacan otra vez de madrugada. Estaban estos tres oficiales y en el burro estaba toda la documentación que yo le había entregado a él supuesto agente de la CIA entonces me decían: “Allí está todo lo que tú hiciste.” Y también me tiraron la foto de un campesino que lo teníamos escondido en una de las fincas escondido con la esperanza de que los sacarán del país en uno de los barcos y cuando a registrar en la finca, este campesino salió corriendo y lo vaciaron y lo mataron. Entonces me tiraron la foto y dijeron: “Mira este es él que tú tenías escondido.” Ya él era muerto con toda la cara desbaratada de los balazos que le habían dado. Era una forma de tortura bastante sádica por parte de ellos. Este proceso de interrogatorios y juicio duro por espacio de 2 meses. Después de que me condenaron, estaba en la prisión de la Cabaña, me condenaron el 30 de enero del 1965 y después a principios de marzo pues me trasladan para la Isla de Pinos. Allí en la Isla de Pinos también fue otra impresión, muy grande. Eran edificios circulares que quedan en forma circulares y todo lleno de presos, los presos gritando por las ventanas, dándonos la bienvenida y yo decía: “Caballeros pero qué es esto?” Allí había más de 15000 presos en Isla de Pinos en las 5 circulares. Allí nos sacaban a trabajar al campo, o sea que nos sacaban a trabajar al campo cada madrugada a aguataquiar, a dar un pico o en las piedras, otros a la cartera y también fue otro otra experiencia porque yo nunca había trabajado ese tipo de trabajo y a pleno sol y si no trabajas mucho, los cabos te veían y te entraban a planazos para que tienes que trabajar. Allí había un cordón de guardias con armas largas, alrededor del cordón, donde estábamos nosotros trabajando, y dos cabos con bayonetas pues vigilando el trabajo que hacíamos, lo que teníamos que producir. Era entonces como en las películas que yo veía de los trabajos forzados en los campos de concentración y eso y cuando íbamos en fila con el pico al hombro yo decía: “Mira eso que ahora soy protagonista de aquellos hombres que también sufrieron ese castigo, yo me encuentro ahora castigado aquí caminando y trabajando para los comunistas.” Eso era bastante también crudo trabajar para ellos.
15:48 - 20:11
Allí el trabajo en la Isla de Pinos duro por espacio de 2 años por qué ya habían varios muertos que los mataron en el campo. Uno y otros inclusive que los golpearon delante de mí y otros que entraron a tiro cuando estábamos trabajando y ya habían varios muertos y parece que tenían otros métodos para tratar de que el presidio fuera distinto a como se estaba llevando el presidio tradicional. Nosotros estábamos vestidos con uniformes amarillos con una P en la camisa atrás en la espalda que era P de prisionero pero nosotros la considerábamos como P de político porque nosotros nos considerábamos presos políticos. El régimen pues trata de borrar toda esa imagen de lo que era ese presidio e idea un plan de trasladarnos de Isla de Pinos para Cuba nuevamente porque la le de Pinos en una isla que pertenece a Cuba pero que está en la parte sur fuera de lo que es la isla. Hay que ir en barco para llegar a esa isla. Y nos remiten nuevamente para Cuba. Pero ya teníamos noticias que a los presos que estaban llevando para Cuba los están vistiendo con la ropa azul. La ropa solo tenía dos connotaciones, una - era la ropa que utilizaban los presos que se acogían al plan de rehabilitación, un plan de reeducación donde tú tenías que aceptar toda la disciplina y todo lo que te planteaba el régimen para ’ incorporándote a la sociedad de ellos, entonces darte la libertad poco a poco a medida de tu conducta. También eran los presos comunes. Cuando a nosotros nos llevan para La Habana, ya habían varios presos que habían ido antes por las cordilleras que ya la habían puesto la ropa azul, muchos habían plantado, no la habían aceptado y con nosotros llegamos nos llevan a distintos campamentos. En el presidio había dos connotaciones, el preso que no aceptaba la disciplina del régimen dentro de la prisión y el preso que se revelaba a toda esa disciplina, los considerábamos presos políticos. No teníamos porque ir a una escuela de adoctrinamiento, no teníamos que decir consignas revolucionarias que las que les hacían decir a los rehabilitados. Nosotros nos considerábamos presos políticos y nuestros principios los manteníamos y había que respetarnos y nosotros decíamos: “Ustedes mandan de la reja para fuera, de la reja para dentro mandamos nosotros y la disciplina de las condiciones las ponemos nosotros porque nosotros defendemos nuestro estado de presos políticos y por lo tanto no aceptamos nada de este régimen.”
Cuando llegamos a Pinar del Río el grupo de nosotros va para Sandino, eran distintos campamentos, que habían ubicado en Cuba tanto en el Pinar del Río - Sandino, Taco Taco… distinta granjas donde iban a llevar a esos presos para cambiar la imagen ya del presidio y hacer un solo presidio porque la condición de que acabemos el plan era hacer un solo presidio que la condición de ellos era hacer un solo presidio que no hubiera distinción entre preso político y preso común rehabilitado que todo fuera un presidio monolítico basado en la conducta que ellos iban a implantar y la base principal era el cambio de la ropa azul.
20:12 - 28:27
Del Pinar del Río salimos en 1967. Salimos para Sandino, cuando llegamos allí a Sandino que nos bajan de los camiones, vemos que llega una cantidad de guardias: jefe de orden interior, jefe de cárceles y prisiones y el capitán Medardo Lemus que era jefe de inspecciones entonces el jefe provincial de reeducación. Todos los actores oficiales del ministerio estaban allí con los militares. Y nos dicen de qué régimen había acordado el cambio de ropa porque no tenía ropa amarilla, no había tela amarilla, y por lo tanto hay que vestirnos de azul. Muchos que nos negamos, nos cogieron, había un cuerpo de judoka, nos llevaban a unos cuartos, nos quitaban la ropa a la fuerza y nos ponían la ropa en que nos amaraban y por la madrugada nos llevaron en unos camiones para el kilómetro 5 y medio la casa provincial de Pinar del Río. Allí estaba el director de la prisión con otro grandes oficiales también y nos dicen que no tenemos que quedarnos con esa ropa le dijimos que no íbamos a quedar con ella pero después nos quitamos la ropa y nos quedamos en calzoncillo y dice el director que allí abajo está también el calzoncillo entonces nos hacen quitar también calzoncillos y nos quedamos completamente desnudos. De allí nos llevan para unos calabozos, eran unos calabozos oscuros que estaban en el patio de la prisión. Si tú vas a 25 por cada calabozo, no podíamos dormir ni sentar, ni nada, hacía al fondo había un hueco de servicio turco para hacer necesidades, no había luz todo, todo estaba lleno de cucarachas y ratas. Allí estuvimos varios días y vinieron varios oficiales del Ministerio de Reeducación para ver cuál era la posición de nosotros y nosotros no vamos a aceptar la ropa y a los pocos días nos llevan para la sección 1. Ya nos habían dicho de que había una sección, donde había muchos presos desnudos entonces bueno, dijimos que si ellos estuvieron aquí y ya están allí, ya pasaron por aquí, tenemos que resistir para que nos junte con ellos y entonces efectivamente a los pocos días nos unen con ellos. Ya habían allí más de 100 presos que estábamos completamente desnudos y allí le llamamos la ciudad desnuda. Así se le llamo a esa sección porque cada vez que iban los guardias preguntando por alguien que estaba frente decían: “No, señor, este no se encuentra en la ciudad desnuda.” Así se fue creando el nombre. Éramos 12 por celda, teníamos hacer turnos para dormir en grupos de tres porque la celda era de mas o menos de 2 metros cuadrados y no había agua, servicio, nada en la celda. La necesidad la hacíamos en un papel. 2 metros por 2 metros era la celda. Hacíamos grupos de 3 - 4 dormían y cada 2 o 3 horas nos cambiábamos para poder dormir. Tuvimos 78 días sin bañarnos porque no nos daban toalla y jabón para bañarnos. Y para hacer las necesidades pues te daban un pedazo de papel periódico y si veían de que tú tenías algo que te podía cubrir, te lo quitaba. Las ventanas estaban a la intemperie para que entrara todo el frío de la noche y esa era la situación que teníamos en la ciudad desnuda. En ese entonces pues tuvimos que ir a una huelga de hambre porque dijimos que ya no podamos soportar esta situación que tenían que resolver para pedir nuestros derechos de presos políticos porque era una infamia lo que no estaban haciendo. Declaramos una huelga de hambre, a 15 de nosotros que ellos consideraban que podíamos ser los que era líderes de esta huelga, nos sacaron y nos llevaron para los calabozos de nuevo y allí pasamos la huelga en los calabozos. Pedimos que nos restituyeran la ropa, que nos dieran equipos de aseo y que nos dieran con que cubrirnos inclusive hasta que nos dieran una colchoneta para poder dormir. Después como a los 8 días de la huelga pues viene la dirección del penal y sacan a los que estaban al frente y le informan de que la dirección haya determinado de que no nos iban a dar la ropa pero que sí van a mejorar nuestras condiciones, nos iban a dar un calzoncillo para que nos cubriéramos, una camiseta y una colchoneta y una toalla para que nos bañáramos y jabón. Se acordó en estas circunstancias empezar nuevamente a comer y así estuvimos. Nos llevaron nuevamente para la galera, o sea para la sección, y estuvimos ya más o menos o con cierta comodidad si se quiere para la forma en que estamos. Por lo menos teníamos una colchoneta y ya teníamos un calzoncillo que nos servía. Aunque a veces cuando uno tenía que lavarlo, tenía que ponérselo húmedo y dejar que se seque en el cuerpo porque era lo único que tenía. Para ellos eso no importaba al principio porque cuando estábamos desnudo no se acaban botiquín que ellos tenían allí porque habían casos de que estaban con sarna en el cuerpo y con infecciones, lo llevaban a botiquín para que el sanitario lo viera y echar un poco de noción y así desnudo nos pasan por toda la presión delante de todos los presos hasta las mujeres de todo el mundo, las milicianas para que nos vieran desnudos con el cordón de guardias que nos escortaban. Allí éramos como 115 presos.
28:28 - 37:16
Después que ya pensábamos que vamos a tener un poco de tranquilidad aunque estábamos incomunicados sin visitas, los familiares iban por allá a preguntar y no le daban noticias de nosotros, pues a unos cuantos, que eran grupo de Pinar del Río, los suben para los edificios, para los pabellones de arriba y los ponen en la celda con los presos comunes. Ya vimos que era otra ofensiva que se estaba presentando entonces hicimos bueno declaramos huelga de hambre porque si lo vamos a permitir porque si ahora sacaron a 10 para estar con presos comunes, mañana van a sacar a todos y es el objetivo de los comunistas tratar que nosotros nos unimos con los comunes y esperando objetivo principal a cuál nosotros nos íbamos a oponer. Nos quedamos en huelga de hambre y cuando ya ellos se dieron cuenta de que la huelga seguía y que no íbamos a claudicar pues determinaron bajar nuevamente a los presos que están en la celda de los comunes a unirlos con nosotros. Entonces dejamos la huelga. Era de 12 días. Esa misma noche llega el capitán Medardo Lemus y lleva una lista de todos los que estábamos de la provincia de Havana. Cuando estamos en el suelo sentados allí esperando en un pasillo, pasa el capital Lemus con todos los oficiales del Ministerio entonces cuando nos mira, dice: “Mira, mira lo que parecen, guiñapos humanos.” Pero nuestros principio no lo van a destruir, nosotros no vamos a claudicar. Siguieron, nos encontraron en una guagua casi terminada la huella y nos llevaron para la prisión del Príncipe. Es una prisión que está en la provincia de La Habana en el Castillo del Príncipe que es una prisión bien para presos comunes pero también tienen una sala de hospital para presos políticos y un pabellón de presos políticos que estaban allí también. Nos llevan para lo que es el chinchorro en chinchorro son los calabozos de castigo del príncipe, allí nos tiene unos días hasta que después nos reúnen nuevamente por el personal que estaba en la Cabaña. Cuando llegamos nuevamente a la Cabaña, fue un alivio muy grande porque allí había más que 800 presos igual que nosotros en calzoncillos pues ya nos sentíamos más confortable y por lo menos más acompañado y más respaldo teníamos nosotros. Si echamos una pelea pues ya somos más los que estamos para enfrentarnos contra los comunistas. Allí estuvimos un tiempo, tuvimos que declarar una huelga de hambre porque las condiciones también eran devastas para que nos dieran visitas, a algunos le dieron la ropa amarilla nuevamente y empezaron a dar visitas. La huelga duró 36 días que estuvimos sin comer en la galera, tirados en el suelo porque nos sacaron todo de la galera. La huelga mayor duró 36 días. Al terminarse la huelga pues a un grupo nos sacan y nos llevan para la prisión de Boniato. La prisión de Boniato es una prisión que está en la provincia de Oriente, o sea en la parte, en el otro extremo de la isla de Cuba en las partes oriental del país. Es una prisión que ya en ella pues había muchos presos políticos en la misma y también presos comunes y por lo tanto también tenía la dificultad esa de que se mantenían los principios para que no lo juntarán con los presos comunes. Nos llevan a nosotros para la prisión de Boniato, éramos un grupo de los que estábamos en calzoncillos y preparan lo que es un pabellón especial para un grupo de nuestro. Cuando así el 5 de enero del año 1971 pues nos trasladan para lo que eran las tapiadas de Boniato. Era un pabellón. Ellos pusieron planchas de acero en las ventanas y en las puertas y las puertas solo una apiera pequeña como la que tenemos aquí al frente para por ahí que pasar el plato de la comida y el guardia que pudiera ver cuando pasaba a hacer recuento o algo por el estilo y poder fiscalizarnos. Allí en las tapias nos pusieron a dos por celda. Había un servicio turco en una esquina para hacer las necesidades y unas camas empotradas en la pared con unas argollas y cubierta con unos sacos o unas lonas. ahí estábamos sin asistencia médica. El plan principal de las tapiadas de Boniato era que ellos querían llevar el plan general del presidio tratar de sovietizar lo que era el presidio político. Las mismas condiciones que estaban establecidas en los países comunistas ellos quería también implantarlo en lo que era en el presidio cubano político. Los métodos de Pavlov, no las aplicaban, las teorías de Makarenko eran copias que ellos habían escogido de esos planes y con también con la Dirección Médica del Ministerio pues establecieron un sistema de alimentación para llevarnos a un estado depauperación total. El plan de la tapiada era primeramente llevarnos al aislamiento, la incomunicación, la traumatización y después la frustración para que nosotros a vernos así frustrados y traumatizados pues claudicáramos. Nosotros comprendimos esa situación y nos dimos a la tarea de que teníamos que resistir porque si nosotros, ese grupo que había escogido, para estancia en las tapiadas de Boniato claudicábamos y nos íbamos, todos iban pasando allí poco a poco porque iban a encontrar ellos una forma de escape para lograr sus objetivos. No podíamos permitir que el laboratorio experimental en las tapiadas de Boniato surgiera efecto y nos dimos la tarea que había que resistir. Primeramente tuvimos que romper la incomunicación pues habríamos poco a poco con una cuchara un hueco de una pared a otra para comunicarnos de una celda con otra celda. Cuando haya cualquier requisa con un poco de jabón lo tapábamos para que pasara desapercibido. Y así mantener la más discreción posible. Estando en esta situación pues lo que nos mantenía también nuestra fe. Habían con nosotros hermanos que eran pastores y ellos por la tarde pues se predicaba, se cantaban himnos alegóricos a la cristiandad hacíamos actos para hablar sobre nuestros patriotas y eso era lo que mantenía el espíritu.
37:17 - 44:18
Muchas veces ellos mandaban periódicos. Los periódicos mandaban no para que nosotros pudiéramos leer las noticias sino para que lo usaremos como colchón sanitaria. Había un periodista con nosotros, que nosotros le hacíamos pasar algunos periódico y el entre sacaba las noticias y pues no enseñaba a leer entre líneas para buscar cuál era el mensaje que queríamos saber y entonces por las mirillas pues nos leía la noticias para darnos a conocer lo que estaba sucediendo. Así le llamamos Prensa tapiada libre. Bueno, nos paramos en la puerta de las pilleras y hablamos para el pasillo allí pues se decía la oración, se daba algún mensaje y se mantenía la comunicación porque solamente había en la puerta a veces para hacer un recuento y muchas veces no sabíamos en que condición estaban los que estaban al lado. Pues hablando por los huecos pues sabíamos que estaba pasando, cómo se encontraban y si había un enfermo. Con el transcurso del tiempo nos fuimos enfermando como es natural. Hubieron casos de diarrea, escorbuto, invalidez, hinchazones, hipertensiones y en ese estado pues empezaron a sentirse ya los síntomas de la deshidratación y de la depauperación. Así tuvimos la primera víctima qué murió allí en una de la celdas - Esteban Ramos que murió el 2 de febrero del año 1972 (Estebita), después murió otro, Piré que fue el día el día 7 que murió también. Cuando ellos lo sacaron de las tapiadas ya estaban casi muertos. Empezamos a dar golpes para que venía la guarnición a ver qué pasaba y decía que hay un enfermo en la celda 10, un enfermo en la celda 10 se gritaba. Ellos venían y cuando ya lo vieron en la condición que estaba, lo sacaron pero ya estaba tarde, se murió en el hospital pero ya era tarde cuando se lo llevaron. Entonces nosotros nos dimos cuenta de que ya empezaron las primeras víctimas y cuál sería la próxima. Teníamos que resistir porque en ese momento nadie podía dar marcha atrás. Habían con nosotros también muchos viejitos, mayores de edad de 60 o 70 años que estaba resistiendo y nos daban ánimos a los jóvenes. Nosotros a ver eso pues teníamos que resistir igual que darle ánimo a ellos para que se mantuvieran allí con nosotros. Después al otro año murió otro más, Castillo del Pozo que también murió por hipertensión y producto de la deshidratación en la tapiada. Esto era un motivo para que por lo menos nos pusieran dos veces a la semana a salida al sol, dándonos un poco de sol un poco de alimentación porque parece que ellos no querían que siguiéramos muriendo. Ellos estaban evaluando la situación y los experimentos parece que está mandando resultados y ya no querían que las cosas se fuera más allá y nos empezaron a dar un poco de sol para que nuestra situación física y psicológica fuera más o menos mejorando. Porque ya habían varios muertos y ellos estaban evaluando la situación igual que ellos en la huelgas de hambre ellos experimentaban con uno y sabían hasta qué punto uno podía aguantar. Porque la primera huelga de hambre que nosotros hicimos en la Cabaña de acuerdo con los libros una persona a los 21 días ya estaba en estado de coma. De acuerdo con los libros de la medicina del médico. Cuando la primera huelga fue de 28 días y cuando se terminó, los médicos estaban alarmados de cómo tantos hombres, eran casi seiscientos hombres, habían aguantado tantos días que no sabían que tratamiento iban a emplear como plan de recuperación y hasta los médicos del Ministerio iban allí y no sabía que iban a hacer. Cuando ya después se hizo la huelga de 36 días, más alarmante. Entonces ellos dijeron si nosotros tenemos ya que sabemos que una persona no solo 21 pero 36 días aguanta ya para planes futuros, podemos nosotros saber hasta dónde podemos estirar la situación, la persona no se va a morir. Eso nosotros lo oímos cuando estábamos en la huelga allí en el Boniato, entre los médicos había un médico vietnamita, comunista, que entró allí con la delegación y estaba asombrado y apuntando a ver a distintas reacciones que nosotros habíamos experimentado durante la huelga. Y todo eso era importante para ellos para evaluarlos para planes futuros no solo con nosotros pero también con otros países y en otros lugares como hemos visto que ellos han experimentado a base a experiencia. Eso lo hacía el jefe de los servicios médicos del Ministerio del Interior para evaluar la situación de los presos y de las personas cuánto podría durar.
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En Boniato habíamos cerca de 200, después se llevaron a unos cuantos para La Havana y quedamos como 150. Estando allí ya en el año 1975 pues ya la situación estaba un poco más estabilizada pero seguía la falta de asistencia médica y seguía la incomunicación. Nuestros familiares no sabían de nosotros. También empezaron a sentir dolores, muchos dolores de muela y como cada vez que uno había un problema que había alguien que te daba asistencia médica, tuvimos que llamar a los militares y decían que el que necesita asistencia médica, tiene que vestirse. Hay que ponerse la ropa, era una forma de chantaje y entonces pues decíamos: “No, no, yo no voy a ponerme la ropa. Si tienen algo que darme, dámelo pero si no, déjenme morir.” Pero no se aceptaba. En esas situaciones hubieron varios casos con problemas dentales, con mucho dolor de muela. Yo tuve una oportunidad que con un clavo arrancarme un pedazo de la muela para calmar el dolor y así otros con un pedazo de madera y una chancleta se arrancaban la muela para aliviar el dolor. Era un caso de que un preso nuestro que ya era mucho dolor que no lo podía aguantar, se llamo a los médicos para que le dieran la asistencia y le dijeron que no que tenía que vestirse, dijo: “Bien, el problema no es de ropa, el problema es que ya no puede si ya no puede que venga un enfermero con una inyección o algo.” Y ellos que no. Pues al otro día no le dieron asistencia tampoco y comenzamos a darle golpes a las puertas para que viniera alguien de la dirección para ver el caso porque ya el hombre estaba gritando en la celda y no podía soportarlo más. Empezamos a darle golpes y golpes, muchas puertas fueron abajo, habían ya varios presos en el pasillo qué es lo que hizo la la dirección..la dirección mandó a buscar la guarnición rodió el edificio con los guardias con armas largas y empezaron a tirar para adentro del pabellón, otros subieron por las escaleras y empezaron a tirar para el pasillo. Allí en ese momento estaba un hermano que se llamaba el hermano de la fe, era un pastor que alguno de los que nos predicaba, y cuando estaba el tiroteo en su apogeo y empieza con los brazos en cruz: “perdónalos Señor que no saben lo que hacen, perdónalos no señor que no saben lo que hace.” Y las balas entonces una bala le atravesó el pecho y otra la garganta y otros presos más fueron heridos. Entre ellos fueron como 10 heridos de bala y en ese momento entra la guarnición abrir los que estábamos en la celda todavía y nos empezaron a sacar y a golpearnos con palos y cabrillas y nos van bajando dándonos golpes porque este pabellón estaba en la planta alta, nos vas bajando dando golpes hasta la planta baja. Allí pues los heridos graves, los visten con la ropa azul, los amarran, le ponen la ropa de común y se lo llevan para el hospital de Santiago de Cuba donde habían corrido la boca y le habían dado un motín de presos comunes en la prisión de Boniato y llegan los presos políticos que no había regalado. A los que estábamos menos heridos, nos cogieron y nos llevaron para fuera para la dirección qué penal nos manda allí a quitar el calzoncillo, los guardias heridos y todos los guardias nos rodean, nos desnudan y una cosa insólita - en la prisión hay un edificio grande que es el edificio de la dirección. En ese edificio está la dirección a un costado de alguna escalera hay una puerta, cuando se abre la puerta pensando que hay una oficina allí y allí lo que hay son cuatro calabozos de castigo. Pues en esos cuatro calabozos de castigo nos meten, éramos grupo de unos 18, nos meten allí, varios heridos sin todavía dar asistencia médica y otros que estábamos golpeados. Nos tienen, después a los dos o tres días viene un enfermero a curar a los heridos y viene director de penal y nos echa la culpa de que nosotros hemos apoyado esta rebelión y todas esas cosas y bueno después nos dan el calzoncillo porque a veces también iban mujeres doctoras a vernos allí. Allí estuvimos como unos meses hasta que nos reunimos nuevamente con los demás presos del pabellón y así estuvimos un tiempo hasta que en una noche nos mandan a llamar y nos trasladan. Íbamos para sorpresivamente, no sabíamos lo que pasaba, y nos llevaron para la ciudad de La Habana para una prisión llamada el Combinado del Este.
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Combinado del Este - cuando llegamos aquello parecía que era un centro universitario porque no se veían rejas, eran edificios modernos y efectivamente era una cárcel sofisticada donde las puertas se abrían por controles. Allí estuvimos un tiempo, fue el tiempo en el año 1975 cuando el régimen quería tener una apertura a nivel mundial de la situación imperante. Era el tiempo cuando estaban las reuniones aquella de los países no alineados que Fidel Castro aspiraba a ser presidente de los no alineados entonces pues quiere cambiar el problema del presidio porque era el problema que lo estaba golpeando mucho porque ya había muchas denuncias que se hacían a nivel internacional. Muchas que nosotros mandamos a veces de forma clandestina o nuestros familiares, también aquí en el exilio, ya estaban muy preocupados porque no sabíamos de nosotros. Ya en distintos niveles pues estaban haciendo la denuncia de la situación en que se encontraban los presos políticos en Cuba. Nosotros manteníamos siempre que tenían que reconocer nuestro estatus de presos políticos, cosa que siempre el régimen estaba negando. Se produce lo que es el diálogo con la comunidad, de la comunidad, grupo de cubanos del exilio o se reúnen también con cubanos que viajan a Cuba y el gobierno puede termina crear unos indultos, indultar a 3500 presos políticos para cambiar la imagen. Así todos los meses salía una lista publicada de 600 presos e iban liberando a los presos. Por supuesto, el grupo de nosotros estábamos seguíamos todavía en calzoncillos, no fuimos incluidos. Cuándo se termina el indulto, qué es lo que hacen, pues al remanente que quedamos, bueno, nuevamente nos sitúan para la prisión de Boniato de nuevo. Allí en la prisión de Boniato hay varios presos también que se encontraban allí, otros también que estaban vestidos de amarillo pero ya el régimen da un paso más allá y ya no era ropa azul, sino sabíamos que eso se alista. La ropa que se estaba usando era una ropa gris oscura, casi negra, y esa es la ropa que un día llegan a la prisión con lo justo de ropa para que haya que vestirse con esa ropa y ningún preso político la acepto entonces ya habíamos más presos en calzoncillos que tuvimos que estar viviendo allí en la prisión de Boniato por las dos años nuevamente. Para tratar de incomunicarnos más, que hicieron en la prisión de Boniato - unos pabellones que estaban casi afuera, los cerraron por dentro, los incomunicaron, le pusieron unas mallas en el techo, las dieron una puerta, por fuera con un camino que hay afuera, hicieron una prisión especial que nosotros le llamamos Boniatico porque era una prisión dentro de Boniato que era Boniato chiquito - Boniatico.
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Allí nos llevaron para esta a prisión, Seguridad del Estado era la que estaba enfrente de dicha prisión y pues ya ahí no teníamos contacto con ningún preso ni contacto con nadie. Era una incomunicación dentro de la incomunicación. Habíamos como 80 allí. Era un edificio dentro de la prisión. Habían cinco edificios, edificio número 5, ellos que se comunicaba por dentro, ellos lo incomunicaron por dentro - le tapiaron las puertas y abrieron por fuera una puerta principal para hacer la entrada por allí. O sea que estaba incomunicado de completamente del resto de la prisión. Allí nos tenían y los guardias que nos vigilaban eran de la Seguridad del Estado, ya no eran tampoco del ministerio, eran de la Seguridad del Estado que estaba a cargo de nosotros. Cuando había que protestar porque no nos daban el agua, era muy limitada, había que darle golpes a la puerta, una noche estuvimos toda la noche dándole golpes para que pusieran agua porque no nos daban. Lo que hicieron - cogieron y pusieron bocinas enfocadas para el pabellón y con el ruido de la bocinas. Era una tortura electrónica que nos estaban aplicando dentro de la prisión. Eso hacían por la noche, otra vez lo hacían por el día y cuando nosotros damos golpes a la puerta para que no las quitarán, lo que hacían ellos era que grababan ese ruido y después el otro día nos transmitía ese ruido para volvernos locos dentro de esa situación. Entonces nosotros vemos como ahora dudamos hasta que ellos hacen torturas electrónicas y usan este método o en distintos lugares en distintos medios en la prisión. También a pesar de la tortura física, la tortura psicológica también nos aplicaron tortura electrónica. Eso duró un tiempo, como una semana, no las ponían 24 horas, las ponían por intervalo de tiempo porque siempre cuando se apaga el ruido, siempre te queda ese echo dentro de la cabeza y que tú sientes algo que te está molestando dentro de la cabeza, esa es la sensación que te daba. Y cuando tú ya más o menos sientes cierta tranquilidad, te la volvían a aplicar. No ponían música, era un ruido, era un chillido. En la Cabaña ponían muchas veces música, te ponían los auto parlantes con música estridente y esas cosas pero no la música, eso uno pasa pero eso era el chillido de un pito constante. Es doblemente torturante.
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Pues allí estuvimos después, en Boniatico, viene ya la década de los 80 se están preparando denuncias de la situación de los derechos humanos en Cuba. A nosotros pues empiezan a visitarnos personajes de Ministerio Interior y de la Seguridad del Estado y se empieza a hablar de un posible canje de nosotros para el extranjero. Ya sabíamos que el régimen pensaba ya eliminar lo que era el presidio político, plantado, antiguo, histórico como nosotros le pusimos. Ya el gobierno quería eliminarlo y nos estaba utilizando como una mercancía de cambio. O sea que venía Willy Brandt y pedía tantos presos pues ellos le ponían dar ciertas condiciones y le daban sus presos. Estamos hablando de 1985. En total entre Boniato y Boniatico fueron 8 años, la primera etapa de Boniato fueron 7 años y todo esto incomunicado y sin visita y sin ver a nuestros familiares. Estuve dos veces en Boniato - la primera vez fue del año 1970 al año 1976, después me trasladaron para el Combinado, fueron 3 años y después fuimos para Boniato y de Boniato. La segunda estancia en Boniato serían 6 años en Boniato y 2 en Boniatico. La segunda estancia en Boniato empezó en 1976 porque el diálogo fue en 1975. En 1976 fui nuevamente a Boniato hasta 1984 y después nos llevan para Boniatico y tuvimos otros 3 o 4 años en Boniatico. Ya en esta época se hablaba de que se estaban haciendo gestiones, fue cuando fue Jesse Jackson a Cuba con una lista de despresos, el gobierno entonces pues a los presos que cumplía la condena, no los soltaban, sino los re-condenaban por peligrosidad post-delictiva, porque te decía: “Tú cumpliste tu condena pero para ponerte en libertad, tienes que trabajar.” - “Yo no trabajo, si trabajé en la prisión, no voy a trabajar cuando cumplí mi condenda.” - “Bueno, no te ponemos en libertad.” Entonces los condenaban sin juicio, sin nada, recibían un papel “condenado a 1 o 2 años peligrosidad post.delictiva” por no aceptar lo que la revolución te imponía. Ya habían como 15 presos ya así sancionados y cuando esos, cuando llego Jesse Jackson, con una lista de presos, el gobierno en brevedad le daba los presos que estaban ya recondenados. Pero ya no eran presos porque ya han cumplido su sanción. Jesse Jackson llegó en 1982, por allí. También Charlie Luso, un francés, también se llevó, llegó una lista de presos, y el gobierno le entrego presos y así fue efectivamente, pues gobierno nos tenía como mercancía. Cuando fue Felipe González a Cuba pues le dieron algunos presos españoles también. A Francois Mitterrand también le dieron algunos presos y poco a poco pues se iba deshaciendo de lo que era el presidio político plantado. Nos trasladan un grupo que vamos quedando para nuevamente para el Combinado, allí nos ponen en una celda completamente cerrada y descubrimos que en esa cerda habían colocado micrófonos en el techo. Pudimos encontrar como 5 micrófonos dentro de las cinco cerdas. Nos hicieron una requisa tremenda en todo en el hospital para buscar los micrófonos porque ellos tenían miedo que llegará aquí a los Estados Unidos. Ya estaba el problema de Ginebra andando la situación - la condena para Cuba para los derechos humanos en Ginebra. A pesar de todo esto un micrófono pudo llegar aquí a los Estados Unidos. Allí quedamos unos 28. Habían mandado otra lista pidiendo varios presos. Después a mi me llaman y a 4 más para la dirección para hacer una foto para el pasaporte. Nos quedamos asombrados. Parece que estamos por más o menos por salir. Efectivamente, había allí una delegación con los congresistas norteamericanos, el congresista de la Florida, otro de Texas y otros más tenían una lista y entre ellos en la lista estaba yo y el régimen me soltó. Yo vine con ellos, en los aviones privados de ellos, para los Estados Unidos, eso fue el 18 de octubre del año 1988.
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Pues aquí por primera vez pude reunirme con mi familia, después de tantos años sin verlos. Mi familia ya estaba en los Estados Unidos. Yo estuve en total 19 años en calzoncillos sin ver a mi familia para todo ese tiempo. Estuve preso en total 24 años. De esos 24 años, 19 años sin ver a mi familia en distintas etapas. La llegada fue sorprendente. Volver a ver a mi familia, estar con ellos pero mis padres ya eran unos viejitos. Fue bastante impactante verlos a ellos, a mi hermana, a mi sobrina que no conocía, todos aquellos amistades que fueron a recibirme al aeropuerto. Fue algo bastante emotivo. Y adaptarme a tener una ropa puesta porque después de tanto años en calzoncillos, sin ropa, cuando me puse el pantalón que me lo dieron y una camisa para coger el avión, me encontraba que parece que estaba puesto metido dentro de un saco y después aquí adaptarme poco a poco hasta con ropa. También a adaptarme lo que era la vida, era como salir y ver por primera vez el mundo.
Cuál es el problema de repente estar libre? - El choque es grande. Muchos no pudieron asimilar tanto en la prisión, otros sí, la asimilamos más, teníamos un poco más de conocimiento y más de cultura. Pues no adaptamos más al medio, pues el tiempo -nos ocupamos en la actividad a la mente, escribíamos poesía dentro de la prisión, queríamos poesía, le dábamos clases a aquellos que no tenían tanto conocimiento, hacíamos cierto estudio y tratamos de buscar un medio de lo que era la vida anterior. Salimos un poco más reconfortados y fue más fácil asimilar el medio. Para otros fue más difícil asimilarse y adaptarse a nueva forma de vida. Claro, en eso le ayuda mucho la familia. Ya estando con la familia, pues me fue más llevadero tratar la convivencia con ellos y adaptarme también a los nuevos hábitos de la casa, era muy distinto. Mi hermana, que trabajaba en una universidad de profesora, pues enseguida buscó la forma para que yo pudiera empezar a estudiar y matriculé en Miami Day, Community College, para seguir lo que era mi carrera porque toda mi vida lo que hice, fue estudiar, pero por lo menos tener nuevos conocimientos, nuevos adelantos que había en la sociedad americana para adaptarme más o menos a sus costumbres. Eso me ha valido mucho estar en Miami Day y a veces me sorprendía porque mucho de los estudiantes, que estaban allí conmigo en la clase, yo tenía ya 48 años y ellos eran jóvenes de 18 y 9 años y me veían como un ser extraterrestre. Ellos me lo decían en la forma de tu comportarte, de tú hablar, de tú hacer las cosas, tú parece que no eres. Eso a veces me acomplejaba pero a veces no. Me sentía que yo me sentía que ellos admiraban por la forma en que yo hacía las cosas y en que yo más o menos asimilaba todos los conocimientos. Y así sea me he asociado, después me puse a trabajar en un bar y me fui adaptando. Conocí a la mujer que es mi esposa, que también fue presa política, también enseguida nos involucramos en actividades patrióticas y formé parte de lo que es la Casa del preso, el presidio político, allí en una asociación donde todos los presos nos reuníamos y a los que llegaban nuevos, enseguida los recibían. Pude hablar en un acto patriótico que ellos dieron y así poco a poco pues me fui también compenetrando con lo que era la parte de la sociedad americana y la parte de la lucha que todavía sigue y que no íbamos a abandonar ni vamos a abandonar.
En los EEUU su medio social, o sea sus amigos, compañeros de trabajo, la mayoría son cubanos o estadounidenses? Cómo es la proporción? - La proporción es que la mayoría son cubanos. Una hermana que está casada con un americano, con médico y mi sobrina también que ya está cansada con un americano y trabajó en un banco americano. Yo sabía algo de inglés que aprendí cuando estaba estudiando en Cuba en el bachillerato, otra parte también en la prisión, pues a veces había oportunidad pues había personas que sabían mucho inglés y nos daban también clases de inglés y ya sabía un poquito. Las clases en Miami Day pues empecé a perfeccionar lo que era el inglés primeramente para coger las demás asignaturas. Y a través de un compañero nuestro, que también vino conmigo, pero que ya sabía inglés y había entrado a trabajar en un banco americano, pues en una plaza, que hubo vacante al año de estar allí ya, me llamo y me dijo: “Mira, aplica, para que trabajes aquí con nosotros.” Efectivamente, aplique, puse en práctica lo que había aprendido en Miami Day en la entrevista - como uno debe contestar las preguntas, cuando le haces, dónde va a conseguir trabajo y todo eso que te explican. La entrevista fue en inglés, por supuesto, con americanos y me aceptaron. Empecé a trabajar con ellos, fue perfeccionando mi inglés aunque no niego que muchas veces me decían algo y yo lo adivinaba cogiendo una palabra y ya sabía lo que me querían decir pues así me fui adentrando y más o menos el inglés lo dominó un poco. Gracias a ellos, pero la mayor parte de las relaciones son con compañeros nuestros, muchos ex-presos, otras amistades del pueblo que también se reúnen y hacen actividades. El hijo mío que toca violín pues ameniza muchas actividades de cubanos porque es aficionado a la música cubana a pesar de haber nacido aquí en los Estados Unidos y toca también la música americana pero le gusta mucho la música cubana y los invita muchas veces a tocar en los municipios de Cuba en el exilio, en la Asociación Patriótica Cubana, en las Logias Amazónicas en Departamento en que yo pertenezco y pues siempre realizo una actividad social ampliar para tratar de que esa parte negativa del presidio, pues que no me opaque mi forma de vivir, sino utilizar la parte positiva y la experiencia que tuve para ponerle en práctica a favor de la sociedad y a favor de mi lucha por Cuba, que creo que todavía no ha terminado, y que tenemos que seguir luchando, para darle su libertad.
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Puede uno vivir en alegría después de pasar 24 años en la prisión? - Yo creo que sí. Primeramente no me arrepiento, el tiempo mío no fue un tiempo perdido. Hicimos lo que hubo que hacer en un momento determinado y me siento orgulloso de haber ocupado esa parte de la historia. Desgraciadamente, el resultado no fue el que nosotros esperábamos pero una vez, aquí en el exilio, y ver cómo ese fruto puede ser ejemplo para otras generaciones, no siempre de satisfacción, por eso yo cuando hablo en actos públicos, que a mí me invitan, yo siempre pongo esa parte positiva de lo que es la lucha por la libertad de Cuba, lo que lucharon nuestros antepasados, nuestros mambises, el ejemplo que ellos nos dieron, el ejemplo que nosotros pudimos dar y que las nuevas generaciones encontrarán en nosotros también una fuente de apoyo para seguir luchando y un ejemplo también para la resistencia que necesita para luchar cuando se está luchando contra un sistema. Porque la lucha en Cuba no es contra un hombre, ni contra Fidel, ni contra Raul, ni contra un hombre particular. Es contra un sistema - mientras que en Cuba sistema dure un sistema totalitario y el sistema castro-comunista pues hay que seguir luchando. Y no vamos a pensar de que una componenda de que va a haber un arreglo mediático, que puede hacer la solución de Cuba, primeramente en Cuba tiene que haber justicia. Hay muchos que han cometido crímenes, horrendos de esta humanidad y que hay algunos que inclusive se pasean por aquí, por las calles norteamericanas, y sus crímenes son impunes. Pues hay que hacer de que todos ellos, como han hecho también en los países de Europa, en otros países, ya han perseguido, ya han sentado en el pasillo, ya los acusaron por crímenes de esa humanidad a los que han cometido esos crímenes, nosotros también tenemos que seguir luchando para que ellos paguen lo que hicieron. Nosotros no anidamos venganza, lo que dicen: “No, no, lo que ustedes quieren, los presos antiguos son recalcitrantes, son intransigentes, no quieren aceptar las nuevas medidas que se pueden hacer de una conciliación de un borrón y cuenta nueva.” Si hay borrón y cuenta nueva, la sociedad sigue viciada. Hay que limpiar el país. Hay que hacer que en Cuba, como han hecho los países de Europa, pues esos verdaderos asesinos paguen por su culpa porque es el ejemplo que se le va a dar a los que vienen después porque entonces no hemos hecho nada. Vamos a sentarnos y vamos a conversar ya a convivir con aquellos que asesinaron, aquellos que masacraron impunemente. Yo creo que no y el deber de nosotros es seguir ese ejemplo, implantar ese ejemplo, predicar ese ejemplo y enseñar las nuevas generaciones de que sí - ustedes tienen su método de lucha pero al final debe ser la libertad total del pueblo de Cuba para que tenga un estado de derecho, donde todos los hombres, como dijera nuestra foto de José Martín “pongan la justicia a la altura de las palmas”.
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Usted tenía 18 años cuando triunfó a revolución?
No, cuando triunfó a revolución, yo tenía 14 años, caí a los 21 años.
Muchos cubanos me han dicho que cuando triunfó la revolución, que mucha gente creyó en esta revolución al principio, sin duda pues tuvo al principio apoyo digamos bastante masivo. Cuál fue la posición hacia el comunismo de sus papas, de su familia, del ambiente familiar en el que usted se crió? Como usted se dio cuenta de que es un régimen que hay que combatirlo?
Bueno mi casa era una casa de ambiente cultural. Mi padre era procurador público, tenía bastante conocimiento de lo que era la vida social dentro del país. No éramos los principales pero una de las personas más influyentes del pueblo donde vivíamos porque también estuvo mucho tiempo también fue juez del pueblo y se relacionaba también con muchos políticos y personalidades de la logia masónica, a la cual también pertenecía, y conocíamos también, habíamos leído de lo que era la lucha de los países post-comunistas. Nosotros supimos cuando la revolución de Hungría, supimos lo qué pasaba en Checoslovaquia, en Polonia, todas esas cosas nosotros las sabíamos. Le llamo las selecciones, en selecciones pues se hacían muchos relatos de lo que era el comunismo y sabíamos lo malo que era el comunismo. También, como te dije anteriormente, nosotros leíamos mucho de nuestros patriotas. Mi casa era una casa de patriotismo, mi hermana, mi mamá, toda mi familia pues asistíamos actos patrióticos en el pueblo, los desfiles que se daban cuando las fechas patria y teníamos ese nacionalismo de Cuba, muy arraigado en nosotros. Sabíamos de momento, ya mi padre, yo sabía desde que ya estaba Fidel Castro en la Sierra Maestra que se decía que ya tenía intenciones comunistas y muchos también que estuvieron con Fidel Castro cuando el bogotazo, que era amigo de mi padre, y le contaban quién era Fidel Castro, que estuvieron en la universidad con él. Y sabíamos que iba a venir para Cuba. Efectivamente, al principio hubo mucho entusiasmo del pueblo porque se había sufrido lo que era el régimen de Batista y muchas personas ya querían un cambio hacia una democracia que Fidel Castro aparentemente había proclamado que iban a ser elecciones en 6 meses y que iba a restablecer el país nuevamente hacia un nivel constitucional. Cosa que muchos dudaban, entre ellos mi padre. Y de momento cuando dijo elecciones para que, ya se vio quién era el Che Guevara. Cuando vino Che Guevara a La Cabaña, los asesinatos del Che Guevara, los fusilamientos qué se hicieron, esas que pusieron por la televisión, las turbas y todos esos que se veía de que era una falsa política, un circo romano. Ya en momento en mi casa se vio que venía para Cuba, era algo nefasto. Por eso, en la escuela, a otros compañeros de estudio que también su familia le inculcaban esos tenían los mismos conocimientos pues ya comentábamos lo que venía para Cuba y así fue.
Cuál fue el momento más duro en la vida para usted. Que fue lo más duro, más difícil?
Hubieron varios momentos. Uno de los momentos más duros era cuando la masacre de Boniato que no sacas y está el charco de sangre, donde matan al hermano de la fe, que tuvimos que pasar por arriba desde ese charco de sangre. Eso de verdad que me estremeció grandemente cuando tuve que pasar por ahí. A pesar también cuando oí el primer fusilado, también para mí fue muy duro.
Que es lo que más ayudaba - usted tenía pues ya una condena de 30 años o sea una perspectiva de estar años, años y años en la prisión. Qué es lo que le ayudaba más soportar y mantener un nivel de espíritu de no rendirse?
Bueno, como le dije, el primer factor que me mantuvo a mí y a muchos de mis compañeros fue la fe, después nuestro ideal. El ideal que, por sobre todas las cosas que teníamos que defender, no nos íbamos a doblegar antes lo que era el comunismo. Sabíamos lo que era el comunismo, que era la antítesis de lo que es la democracia, y por eso también nosotros también hacíamos artículos en la prisión sobre lo que era el comunismo. Circulábamos dentro de los presos comunes, cuartillas aventándolo de lo que era el sistema. Eso también era un motivo para que ellos nos aislarán un poco más porque nosotros hicimos un propósito. Si nosotros fuimos llevados para Boniato, en ese proceso y ellos querían comunizar al presidio político, vamos a nosotros invertirle la moneda y vamos nosotros politizar al presidio común. Y le mandábamos entonces, hacíamos que ellos no consiguieran pedacitos de papel y eso, y le mandábamos cuartillas hablando lo que era la democracia, lo que era la libertad, y se la hacíamos llegar. Circulaban entre ellos. A veces la requisa pues encontraban esos papeles y sabía que eso venía de los pabellones de los políticos. Pues ellos dijeron: “Aquí estamos cometiendo un error, los políticos se nos están infiltrando a nosotros entre el presidio común. Vamos entonces aislarlos más.” Y ese fue el motivo porque yo creo que hicieron el Boniatico que nos cerraron completo para que no tuviéramos contacto con el resto de penal.
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De los 24 años, que no se entendió - usted casi todo el tiempo estaba con su gente, con presos políticos o también tuvo que pasar periodos de convivencia con presos comunes? Estábamos siempre con presos políticos. Los presos comunes estaban en otros pabellones. Dentro de la prisión, en la Cabaña no, en la Cabaña todo era de político, pero en las distintas prisiones como Boniato, de Cinco y medio, Guanajay, en esas prisiones también habían pabellones de presos comunes. También tiempo estuvimos en Guanajay, me iban a castigar en Guanajay y allí tuvimos que hacer una huelga porque quisieron que los comunes no sirvieran la comida. Nosotros no lo aceptamos porque nosotros decíamos a los militares: “De la reja para fuera mandan ustedes, y de la reja para dentro mandamos nosotros. Ustedes dejan la comida allí. La sirven los militares y si no, lo hacemos nosotros. Nosotros no vamos a permitir que ningún común entre a lo que es el ambiente nuestro.
Los 24 años de presidio usted lo paso en el ambiente de presos políticos?
Sí, por supuesto. Creo que todos los presos políticos lo pasaron igual porque no se permitió. Nosotros insistimos de no estar mezclados. Eso fue la premisa principal que nos reconocieran el del estado de presos políticos y por lo tanto ni vamos a aceptar el uniforme de preso común. Ni vamos a convivir con presos comunes ni vamos a aceptar el método de disciplina y de trabajo del plan de rehabilitación.
Y ahora - para usted, en qué consiste el comunismo? Cuál es la esencia del comunismo y porque tiene tanto poder de seducir a la gente?
Lo principal del comunismo es la negación de Dios, la doctrina atea, materialista, que va en contra de los pueblos. Proclama nacionalismo pero cuando es, es un internacionalismo. Es una dictadura proletaria, como establece en sus manuscritos, y es triste como trata de seducir a la gente porque le promete a los pobres un sistema de igualdad que va a ser iguales, que va a terminar con la riqueza. Hay muchos países y muchos pueblos que hay un complejo llevan inculcando a la gente el odio al que tiene, el odio al que progresa. Y esa envidia y ese odio pues ellos lo han sabido manipular muy bien y por eso es lo que ellos en las clases pobres, es donde cultivan el cargo ese del comunismo. Hacerle ver de que ellos van a hacer igual que ellos. Pero al quitarles a los que tienen lo que tienen, pensando que se lo van a dar a que no tienen, se va a quedar, el que no tiene nada y el que tiene también se va a quedar sin nada. Es el comunismo pero no lo comprenden. Es lo que pasa hoy que vemos en los pueblos que no progresan porque es que les van inculcando a los muchachos en la escuela, esa doctrina de odio, de destrucción, de maldad cuando lo que tienen que hacer es la doctrina de amor, la doctrina martiana, la creencia en Dios. Todo eso vemos cómo se está desapareciendo. Por que? Porque muchos consideran de que la caída del campo soviético fue un gran triunfo para la democracia. Ustedes supieron liberarse es tantos años del comunismo porque ustedes sufrieron en carne propia lo que es el comunismo. Desgraciadamente los cubanos, hasta ahora, no nos hemos podido deshacer de él pero hay una cosa. Ellos han tratado de mostrar de que el comunismo funciona de una forma o de otra, mientras ellos lo vayan penetrando. Y si la tercera, de las ustedes triunfaron en Europa del Este, pues hay una gran revancha del comunismo en América. La Unión Soviética se terminó, lo que era la Unión Soviética pero comunismo de Rusia sigue funcionando. Y ellos han creado lo que es la guerra de socavamiento que ellos a través de una campaña de penetración por medio de la droga, por medio de los vicios, y han ido destruyendo, desmoronando lo que es el andamiaje y la plataforma de la democracia para que se vaya desbaratando. Por eso vemos como la falta de valores que se va perdiendo en el país. Todo eso es obra del comunismo pero lo que pasa es que no nos hemos dado cuenta. Para mi es la tercera guerra mundial. No va a ser una guerra con fusible ni nada de eso, la guerra ya la estamos viendo como las sociedades se están destruyendo por eso mismo porque el comunismo la ha ido penetrando, ha ido penetrando las universidades, ha ido penetrando las instituciones y penetrando la sociedad y esos valores sociales se están desmoronando. Es el producto del mar del comunismo, el azote del comunismo que es un azote satánico que mientras exista los pueblos se van a haber destruidos.
Cuál es su pronóstico del futuro, digamos, de estos diez años en Cuba?
Yo creo que estos diez años en Cuba sean muy significantes. No solo por la pérdida de los viejos dinosaurios sátrapa que están todavía en el poder, sino porque aunque hay una parte de la población que ha estado adoctrinada hasta los huesos y que se mueren por aquello, que son, como dicen ellos patrios muertes de verdad, hay una generación más grande, que ha surgido, que está viendo lo que es la verdadera realidad y están abriendo los ojos al futuro y es la esperanza nuestra en esos jóvenes que están abriendo los ojos al futuro y que de una forma u otra no entren en una guerra aunque sabemos que ahora ya la época de la guerra, de las armas para terminar con un régimen, ha sido echado un lado pero es una guerra larga, no pacifista porque ningún pacifismo tumba el comunismo, hay que enfrentarlo en los mismos frente que usted presenta. Y si es verdad que la posición en Cuba toma conciencia de su momento histórico y espero de que ellos aprovechan las oportunidades y sepan terminar con el régimen comunista en Cuba.
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Hay algo que usted quisiera decir o añadir que no sonó en la entrevista? Concretar algo, algún episodio de la vida o algo que le da la impresión que falta todavía, que hay que decirlo? Sea lo que sea.
Mira, cuando estuvimos en la ciudad desnuda, cuando la huelga, ellos tratan siempre usar el tipo de chantajes, y estando desnudos, por supuesto, y estábamos descalabozos y cuando llega el teniente Lemos y los oficiales, los descalabozos al lado, habían unos presos comunes y coge, el jefe de Reeducación del Penal, el Quintana, me saca a mi de la celda y me mete en la celda con los comunes. Yo desnudo en la celda con los comunes y se pone a hablar bajito con los comunes por la pillera, entonces cuando se retira, los comunes me dicen, yo estoy pegado de frente a la pared, y me dicen: “Mira, lo que han dicho, que sinvergüenzas son, dice que te forcemos para que tú te pongas de huelga pero nosotros no nos podemos prestar a eso.” Hasta los comunes tenían más principio que los militares. Usted quédese tranquilo. Voy para la puerta y empiezo con los pies a golpear la puerta y enseguida cogieron, vinieron los guardias y me sacaron. Era una provocación para ver si me intimidaba y no pudieron lograrlo. Eso para que vean que hasta los presos comunes, ellos nos admiraban a nosotros y ellos lo decían: “Nosotros respetamos a los presos políticos y nosotros no somos presos políticos y nosotros tenemos nuestra visión en esas cosas pero nosotros los admiramos a ustedes porque ustedes tienen valor de hacer las cosas, nosotros no podemos hacer.” Ellos nos respetaban más que los mismos militares.
Un detalle - usted dijo que su familia, o sea en su ambiente social, jugaba un papel la masonería. En mi país la gente no sabe nada normalmente, tiene la impresión que son como gremios secretos. En qué sentido era importante para usted en su formación?
La masonería es una institución fraternal que tiene como principio, o hacer el bien, pues sobre todas a las cosas, velar por los principios y valores de la humanidad. Es una fraternidad donde todos nos sentimos hermanos. Se practica la caridad, se hacen obras benéficas y se mantiene, como digo, lo que son los valores de ciudadanos. Eso es una institución a través mundial. Es una gran cadena, son gremios secretos. Tenemos nuestros rituales, como en todos los lugares que todas las instituciones tienen sus normas pero hoy en día está más abierta al mundo. Y la labor es esa - es mantener la fraternidad, la unidad, hacer el bien, practicar la caridad y hacer los hombres cada día más virtuosos. llevándolos a lo que es alcanzar la perfección de Dios.
Una última pregunta - Usted ya lo dijo en rasgos generales pero qué es lo que después de que uno sale de la cárcel, y usted no solo que salió de la cárcel pero también salió de su patria, cuáles son al principios, no sé si dura un año o más, qué es lo difícil de la vida fuera de las rejas?
Es volver a nacer. Y más cuando se da un salto doble porque si hubiera sido la libertad de Cuba, más o menos está uno en el ambiente de la patria, en el pueblo y ver las cosas y más o menos se va adaptando, se va aclimatando más al medio. Cuando das un salto doble, uno no solo sale de la reja, sino sale de su patria. Ya allí es más difícil adaptarse, por eso como te dije, muchos pudieron superarlo más que otros y que como yo que teníamos un poco más del poder de asimilación, un poco más de cultura y el ambiente familiar. Otros llegaron aquí, los pobres sin tener familia. Eso sí, lo han pasado dura. Muchos tuvieron que refugiarse y vivir mucho tiempo en la casa del preso, se estableció para eso, para darle refugio a aquellos compañeros nuestros que llegaron aquí sin familia. Otros pudieron hacerlo bien, otros los pobres pudieron superarse pero no tanto, eran problemas psíquicos y por eso crea mucho trastornos. Pero el que ya tiene esos mecanismos de la familia y la ayuda ya de esa forma, pues es más fácil adaptarse al medio.
Pregunto porque he oído testimonios que la gente cae presa entonces le privan de la libertad. Es difícil. Después se adapta para sobrevivir, tenga que pasar aquí unos tantos años, se adapta pues para sobrevivir y después salen de la prisión y muchos han dicho que de repente no saben qué hacer con la libertad porque como que se les fue la costumbre de usarla.
Fueron mucho que perdieron la libertad física y también perdieron la libertad espiritual. Muchos de nosotros perdimos la libertad física pero nos sentíamos libres en la prisión porque le dábamos expansión a nuestra mente, creábamos, hacíamos poesía, como te dije, nos adaptamos al medio ayudando a los demás a superarse, a darle clases. Hacíamos hasta concursos literarios dentro de la prisión, o sea creamos un ambiente para estar fuera de la cárcel. Físicamente estuvimos encerrados pero nuestra mente estaba en el aire, estaba volando, estaba libre. Otros desgraciadamente no tenían esos medios, esta fortaleza espiritual para hacerlo.
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