“Bueno… El futuro inmediato es una incógnita para mí y para la gente que vive en Cuba también. Raúl Castro ha dicho que se retira el año que viene. Parece que se retira del presidente del estado, pero no se retira del Partido Comunista, donde reside el poder. Además de eso, el poder real está en las fuerzas armadas y las fuerzas armadas son fuerzas armadas hechas por Raúl Castro. O sea que él va a seguir teniendo el control del país por algún tiempo. Pero en definitiva llegará un momento que no pueda seguir ejerciendo su poder o sencillamente se muera. Vendrán nuevas generaciones que están educadas en este mismo ambiente y realmente nadie sabe, ni ellos mismos saben cómo puede evolucionar aquello hacia un régimen de derecho que uno pueda considerar vivir en libertad. Es difícil poder imaginar que Cuba pueda volver rápidamente, en tiempo corto, a ser un país democrático.”
“El hombre nuevo es un hombre que es menos laborioso y menos trabajador y menos responsable que el anterior. Está tratando de que alguien le resuelva siempre sus problemas. Porque ya están acostumbrados a que el estado se los resuelva cuando se los puede resolver. Eso es lo que pasa. Ellos llegan aquí a los Estados Unidos y les cuesta trabajo adaptarse al trabajo y a la disciplina. Algunos regresan, prefieren vivir allá, bajo aquel sistema opresivo que te dice todo el día todo lo que tienes que hacer. Pero bueno, en definitiva, comes mal y puedes deambular a pie por las calles. Yo creo que hay una gran diferencia entre el hombre anterior y el hombre de ahora. Es uno de los grandes problemas que tiene Cuba para recuperarse. Porque arreglar las calles y arreglar los edificios es un problema de tiempo y dinero, pero arreglarle la mente a la gente es más difícil. Hay que empezar por hacer nuevos maestros que inculquen a la ciudadanía otros valores y otros derechos que se han perdido en Cuba desgraciadamente. Yo veo que van a pasar generaciones antes de que Cuba pueda ser el país que era antes.”
“En La Cabaña, en Isla de Pinos, eran presos políticos. Pero hay que anotar que el concepto de presos políticos allí en Cuba difería un poco de lo que nosotros entendíamos y quizás el resto del mundo entendía como presos políticos. Porque el Gobierno politizó una serie de delitos como delitos políticos, como era irse ilegalmente del país o traficar con divisa o traficar con alguna mercancía. Esos delitos normalmente no son delitos políticos en ninguna parte del mundo, ni lo eran en Cuba. Pero el gobierno los politizó y había mucha gente que estaba presa como nosotros, acusada de delitos políticos, que en realidad no estaba luchando contra el gobierno.”
“Hoy en día, ya le digo, para la gente que tiene divisa, que consiguen dinero, que le mandan sus familiares en el exterior o tienen ingreso en moneda dura, esa gente vive mejor. A veces hay muchas cosas, a veces hay escaseces, porque no está organizada tan importación. A veces hay cosas que sobran, a veces hay cosas que faltan. Pero están mejor. La gente que no recibe ningún ingreso en divisa, la pasa bastante mal. Porque por ejemplo un médico especializado, un cirujano, son mil doscientos, mil quinientos pesos. A cambio de veinticinco por uno, cuánto viene a ser el sueldo de un cirujano en dólares... Es muy poco… Veinte, treinta, cuarenta dólares al mes. Y las cosas en las tiendas están mucho más caras, o sea que la cosa es peor todavía. Se va a comprar hoy en Cuba un refrigerador como el que tengo en mi casa que me costó ochocientos dólares, y allá vale mil quinientos, dos mil dólares.”
“En fin… Hasta que por fin nos trasladaros a la Isla de Pinos en el año 1962. Allí la vida era un poco más tranquila, no se metían tanto con uno, nos hacían un recuento, nos daban comida que no era tan mala, te dejaban más visitas y te dejaban pasar cosas de la calle de las visitas. Estuvo más tranquilo un tiempo, hasta que se les ocurrió iniciar el famoso y maldecido Plan Camilo Cienfuegos para obligar a los presos políticos a trabajar. O sea que nunca había pasado en Cuba. Sencillamente nos convirtieron en esclavos. Nos sacaban a trabajar por la mañana y en el trabajo te golpeaban, te herían y en esos cuatro o cinco años que estuvo ese plan andando, produjeron unas cuantas muertes. El anuncio del plan lo hizo el director de la prisión y cuando lo comunicó a nosotros dijo que Fidel Castro lo había autorizado a matar a 60 o 70 presos si era necesario para ponernos a trabajar. Nos sacaban a trabajar a la cantera de mármol que había allí en la Isla de Pinos, a hacer trabajos que se ven en las historias y en las películas - la gente tenía que romper piedras a machetazos, otra estaba llevando las piedras de un lugar a otro… Nos llevaban a cortar hierba para los animales en Cuba, hacer cercas para los potreros, a hacer trabajos agrícolas... Uno salía por la mañana y no sabía si por la tarde llegaba vivo.”
“En Cuba no se trata arreglar las calles rotas, sino arreglar las mentes de los cubanos.“
Alfredo Sánchez Echeverría nació el 13 de julio de 1936 en Cuba en una familia intelectual, dado que su padre era profesor de la Universidad de La Habana y más tarde participó en el último gobierno democrático cubano, es decir antes de la dictadura Fulgencio Batista. Dadas las condiciones políticas de la lucha del padre de Alfredo contra Batista, tuvieron que salir del país y pudieron volver hasta a finales del año 1954. En 1958, cuando Batista huyó de Cuba y se estableció en poder Fidel Castro, la familia de Alfredo seguía teniendo problemas políticos. Al final, en 1961, Alfredo fue arrestado y condenado a 30 años de prisión, de los cuales en diferentes cárceles cubanas cumplió con 14 años de condena. En 1975 fue liberado y dos años después, en 1977, logró emigrar a Venezuela, donde participó en unos diálogos diplomáticos entre el gobierno venezolano y Cuba sobre el rescate de presos políticos cubanos. En 1981 se trasladó de Venezuela a los Estados Unidos Americanos, donde reside en Miami hasta hoy en día.