The following text is not a historical study. It is a retelling of the witness’s life story based on the memories recorded in the interview. The story was processed by external collaborators of the Memory of Nations. In some cases, the short biography draws on documents made available by the Security Forces Archives, State District Archives, National Archives, or other institutions. These are used merely to complement the witness’s testimony. The referenced pages of such files are saved in the Documents section.

If you have objections or additions to the text, please contact the chief editor of the Memory of Nations. (michal.smid@ustrcr.cz)

Jorge Giró Puyans (* 1933)

• nació el 21 de octubre de 1933 en La Habana

• acabados los estudios de Derecho defendió a las personas acusadas por el nuevo Gobierno revolucionario de Fidel Castro

• formó parte del grupo que suministraba a sublevados en Escambray de munición

• durante su asilo en el Perú asaltó la Embajada de Cuba y robó documentos relacionados con el financiamiento de la propaganda castrista en el Perú

• entró en los campamentos de entrenamiento para la invasión en la bahía de Cochinos y participó en la sección de las fuerzas aéreas desde Nicaragua

• después del fracaso de la invasión estudió en varias universidades estadounidenses y trabajó como profesor universitario y decano

Česká verze příběhu následuje po španělské verzi:

“Me dieron ochenta dólares… y nada. Good bye, hasta luego! Nunca me dijeron: ‘Oye, qué lástima que esto pasó!’ No me dijeron absolutamente nada,” recuerda Jorge Giró Puyans con mucha tristeza la frustración después del fracaso de la invasión en la Bahía de Cochinos[1]. Para él, la suspensión de la ayuda estadounidense durante el desembarque fue una traición…

El abogado defensor de los perseguidos

Jorge nació el 21 de octubre de 1933 en una familia numerosa. “Todos vivíamos juntos en una casa muy grande en El Vedado en La Habana hasta que mis abuelos murieron y entonces la familia empezó a separarse,” explica. Estudió en el Colegio de La Salle donde se graduó de Bachiller. Posteriormente continuó estudiando Derecho en la Universidad de Santo Tomás de Villanueva en El Miramar. “Estudié la carrera de Derecho, porque todos los miembros de mi familia, hombres, eran abogados. Me gustó mucho desde el principio.” Se graduó en 1957 y comenzó a trabajar en el bufete de abogados Arango Cortina. “Allí trabajé con el hijo del señor dueño del bufete. Teníamos los casos legales juntos y fuimos muy buenos amigos,” describe la primera experiencia profesional después de acabar los estudios. Se dedicaba al Derecho Penal. Sin embargo, una vez instalado el nuevo Gobierno de Fidel Castro, empezó a defender a las personas perseguidas por las autoridades estatales. “Eso me resultó a mí no solamente una gran experiencia, sino también una gran pena. Me di cuenta cual era la situación y qué iba a suceder en Cuba,” dice sobre el trabajo suyo. Su profundo desacuerdo con la dirección del Gobierno resultó en la involucración a grupos subversivos a través de su amigo, hijo del doctor Arango. “Nuestros actos subversivos eran de transporte de armas. Buscábamos y enviábamos las armas a los hombres sublevados en la Sierra de Escambray.”[2]

Escapando de la Policía secreta

Un día Jorge estaba estudiando algunos papeles en la oficina del bufete. Iba a defender a dos personas condenadas a la muerte. De repente sonó el teléfono y el secretario anunció la llegada de dos hombres que no tenían cita ninguna. “Inmediatamente me di cuenta de lo que estaba sucediendo. Abrí la gaveta donde tenía unos papeles secretos y cogí mi pasaporte. No tenía otra salida que pasar por delante de estas personas que estaban esperando en la sala de espera. Y así lo hice,” describe los momentos tensos durante la visita de agentes de la Policía Secreta. Después de haber logrado huir, seguía escapando unos dos meses. En aquella época vivía en distintos lugares en La Habana. “Estaba en una casa abandonada. Parece que cometí el error de encender las luces ese día y se dieron cuenta los vecinos. Sentí un ruido en la calle. Eran unos carros patrulleros. Salté un muro muy grande que no sé cómo lo podía saltar. Por casualidad salté a la casa que era del ministro de Obras Públicas,” cuenta las increíbles peripecias de la fuga. “Me dijo que no me preocupara y me sacó de allí en su carro. Fue una cosa muy grande y siempre estaré agradecido a este señor.” En esta altura marcada por escapes constantes aprovechó la ayuda del abuelo de su novia que hoy en día sigue siendo su esposa. El abuelo conocía al futuro presidente del Perú,[3] los dos habían estudiado juntos. Gracias a las gestiones del abuelo de su novia pudo entrar a la Embajada del Perú donde pidió asilo. Pasado un mes en la Embajada, se fue al mismo Perú.

Asalto a la Embajada de Cuba y la invasión en la bahía de Cochinos

Junto con un grupo de cubanos que ya habían vivido en Perú asaltaron a la Embajada de Cuba, de donde lograron robar documentos que demostraban que el Gobierno cubano estaba pagando un dinero a algunos de los senadores peruanos para hacer la propaganda a favor del nuevo régimen castrista. “Fuimos a la Embajada a romper cosas y llevarnos documentos importantes. Cuando regresé a Estados Unidos, entregué estos papeles al Gobierno estadounidense y este rompió relaciones con el Perú,” cuenta. La operación en la Embajada de Cuba se efectuó con la ayuda del Servicio de Inteligencia Marina del Perú.

Después de los 31 días que tuvo que quedarse en Perú debido a su condición de asilado se fue a Estados Unidos, donde empezó a trabajar en una empresa de taxis en Miami. “No podía trabajar como abogado, porque no era posible revalidar el título tan rápidamente,” explica. Con el ánimo de seguir luchando por la libertad de Cuba decidió entrar en los campamentos de entrenamiento para organizar la invasión a Cuba. Salió del aeropuerto de Opa-locka en Miami y llegó a la base Retalhuleu en Guatemala. “Era en la finca Helvetia de uno de los hermanos del presidente de Guatemala. Yo me quedé en la aviación. Al quedarme allí me entrenaron en cuestiones del armamento. Éramos como veinte personas,” narra cómo llegó a formar parte del equipo de la aviación.  “Nosotros teníamos que arreglar todos estos aviones que iban a tirar armas, alimentos, propaganda,” concretiza la tarea del grupo suyo en la operación. Acabado el entrenamiento, se movieron de Guatemala a Puerto Cabezas en Nicaragua que sirvió como base para los aviones que solo pudieron pasar unos 30 minutos en el espacio aéreo cubano debido a la necesidad de rellenar el combustible. “Estábamos verdaderamente muy ilusionados al principio. Pero, qué sucedió: Estos aviones tuvieron un problema grande, porque Estados Unidos, el presidente Kennedy, traicionó nuestra obra,” recuerda con tristeza la decisión instantánea e inesperada de la administración Kennedy de suspender la cobertura aérea de la invasión. “Nos dejó solos y como solos no pudimos hacer mucha cosa. Los estadounidenses que se quedaban con nosotros en nuestro campamento se quedaron completamente asombrados, porque ellos mismos no sabían que Kennedy había suspendido la orden de ayuda. Fidel Castro se aprovechó de este momento y empezó a destruir nuestros barcos y a todos los cogió presos.” Jorge también afirmó que había otro problema que mencionan algunos de los miembros de las tropas de invasión.[4] La operación no tenía una estrategia clara hasta el último momento. “Sabíamos que la invasión iba a ser por Trinidad, pero a última hora cambiaron Trinidad por bahía de Cochinos. Fue otro fallo. La bahía de Cochinos es una ciénaga y allí es muy complicado sobrevivir. Trinidad estaba cerca de la Sierra Escambray.” Según él, desde el principio todo era una traición que no tiene ninguna justificación. “Nos prometieron una cosa y después se quitaron la responsabilidad por Khrushchev que amenazaba con los misiles.”

Nunca te rindas

Después del fracaso de la invasión, Jorge se quedó muy frustrado. Además, tuvo que permanecer más de tres semanas en la base nicaragüense antes de poder viajar a Estados Unidos. Piensa que les habían prohibido la salida para impedir la difusión inmediata de información sobre cómo procedió y se frustró la invasión. “Nos mantuvieron allí prácticamente detenidos.” De ahí que la posterior llegada a Estados Unidos todavía era marcada por una gran tristeza y depresión. “Nos llevaron al aeropuerto de Opa-locka. Allí me dieron 80 dólares y Good bye. Hasta luego. No me dijeron absolutamente nada. Al llegar, pasé unos días muy mal.” Sin embargo, la depresión acabó y Jorge con su esposa apostaron por la carrera académica. Los dos estudiaron en Indiana y Maryland. Jorge consiguió el doctorado en Literatura Española y llegó a dirigir el Departamento de Lenguas Extranjeras en la Towson University. Mientras tanto, su esposa se graduó de Psicología. Junto con sus dos hijas vivieron unos 40 años en una casa grande en Maryland. “Un día, mi señora me dijo: ‘Oye, chico, ya estamos muy poco cansados de la nieve!’ A parte de eso teníamos una casa extremadamente grande en Maryland. Entonces decidimos vender la casa, todos los muebles y compramos una casa en Miami.” A Jorge le encantaría poder volver a Cuba en el futuro. “Todos los días pienso en Cuba.” Sin embargo, está decidido de no hacerlo si no es que se produce una profunda transformación en la isla. Considera muy grave la situación económica y sobre todo social y resalta el impacto fatal de la descomposición y destrucción de familias y del adoctrinamiento llevado a un nivel extremo. Tema que tocó directamente también a su familia. Un hermano de Jorge se quedó en Cuba trabajando como abogado de Ramiro Valdés. “Cuando yo estaba saliendo de la Embajada, mi hermano me vino a despedir. Me dijo: ‘Entrégate! Ramiro Valdés[5] me ha dicho que solamente quiere hablar contigo!’ Yo le dije: ‘Quítate que te voy a meter un tiro.’ Se quedó en Cuba, nunca más le vi.”

 

[1] Brigada de Asalto 2506, un ejército de 1.400 jóvenes, fracasaró en su intento de invadir Cuba. Los brigadistas fueron aplastados en Playa Girón por las fuerzas de Fidel Castro. Fueron entrenados por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) para realizar una invasión en Cuba en 1961 y derrocar el recién instaurado mandato de Fidel Castro.

[2] Un sistema montañoso situado en las provincias de Sancti Spíritus, Villa Clara y Cienfuegos, en la zona central de Cuba. Su punto más alto es el Pico San Juan que alcanza una elevación de 1.140 metros. A sus pies se encuentra la ciudad de Trinidad. De 1959 a 1965 fue localidad de la sublevación armada contra el Gobierno de Fidel Castro.

[3] Fernando Belaúnde Terry fue un arquitecto, estadista, político y orador peruano. Ejerció como presidente del Perú en dos mandatos no consecutivos: de 1963 a 1968 y de 1980 a 1985.

[4] Véase Humberto Díaz Argüelles y Humberto López Saldaña

[5] Ramiro Valdés Menéndez (1932) es un militar y político cubano, considerado uno de los dirigentes históricos de la Revolución Cubana desde la acción militar que le dio inicio el 26 de julio de 1953. Ostenta desde 1976 el grado militar honorífico de Comandante de la Revolución. Fue dos veces Ministro del Interior, entre 1961 y 1968, y entre 1979 y 1985. También fue Ministro de la Informática y las Comunicaciones entre 2006 y 2011.

 

Česká verze:

„Dali mi osmdesát dolarů a nazdar. Sbohem. Adiós. Kdyby mi alespoň někdo přišel říct: ‚Moc nás mrzí, co se stalo a je to veliká škoda!‘ Nic takového se nikdy nestalo,“ zarmouceně vzpomíná Jorge Giró Puyans na zklamání, které mu způsobil tragický průběh plánované invaze v Zátoce sviní[1] poznamenaný zradou ze strany Spojených států amerických…

Obhájce pronásledovaných

Jorge se narodil 21. října 1933 ve velmi početné rodině. „Všichni jsme bydleli pohromadě pod jednou střechou ve velkém domě v havanské čtvrti El Vedadodo až do chvíle, kdy umřeli prarodiče. Pak si šel postupně každý po svých,“ přibližuje rodinné poměry v dětství. Chodil na Střední školu La Salle. Poté pokračoval studiem práva na Univerzitě Svatého Tomáše z Villanovy v havanském Miramaru. „Právo jsem si vybral z toho důvodu, že všichni muži v rodině byli právníci. Byla to tradice a mě se to líbilo.“ Studium dokončil v roce 1957 a hned začal pracovat v advokátní kanceláři Arango Cortina. „Pracoval jsem tam se synem pana Aranga, jednoho z majitelů. Byli jsme dobří přátelé a na většině případů jsme spolupracovali,“ popisuje první pracovní zkušenosti po skončení studia na univerzitě. Nejprve se věnoval trestnímu právu. Brzy se ale začal specializovat na obhajobu osob, které se dostaly do křížku s kubánskými porevolučními úřady. „Byla to pro mě obrovská zkušenost. Zároveň mě to ale celkem štvalo, protože jsem díky tomu pochopil, v jaké situaci se Kuba nachází a jakým směrem se budou věci zřejmě ubírat,“ vysvětluje svou pracovní náplň. Hluboký nesouhlas s porevolučním děním se pak projevil také tím, že se Jorge spolu se svým přítelem z advokátní kanceláře připojil ke skupině podporující proticastrovský odboj. „Spočívalo to v tom, že jsme organizovali dodávky zbraní a munice pro povstalce v pohoří Escambray[2].

Na útěku

Jednoho dne ho při studiu dokumentů k obhajobě dvou lidí čelících trestu smrti vyrušil telefonát. Asistent ohlásil návštěvu dvou mužů, kteří si ale dopředu nedomluvili žádnou schůzku. „Ihned mi došlo, o co se asi jedná. Vytahal jsem ze šuplíku nějaké tajné dokumenty a našel jsem pas. Neměl jsem ale kudy utéct. Ven vedla jediná cesta. Přímo kolem těch mužů. A tak jsem to risknul,“ popisuje napínavý útěk před agenty tajné policie. Na útěku pak strávil i další dva měsíce, během kterých se všemožně schovával po Havaně. „Byl jsem zrovna schovaný v jednom opuštěném domě a zřejmě jsem udělal tu chybu, že jsem rozsvítil světla. Sousedé věděli, že v tom domě nikdo nebydlí. Za chvíli jsem uslyšel hluk z ulice. Byly to policejní vozy. Přeskočil jsem vysokou zeď, ani nevím jak. Jenže čirou náhodou jsem se ocitl na zahradě tehdejšího ministra pro výstavbu a veřejné zakázky,“ vypráví neuvěřitelné okolnosti dalšího útěku. „Oznámil mi, že se nemusím ničeho bát, že mě odtamtud dostane. Potom mě naložil do svého auta a odvezl mě na místo, které jsem mu řekl. Jsem jeho velkým dlužníkem.“ V této době poznamenané neustálými útěky a skrýváním se mu nakonec pomohl dědeček jeho přítelkyně, která je mimochodem dodnes jeho manželkou. Dědeček se osobně znal s vlivným peruánským politikem a budoucím dvojnásobným prezidentem jihoamerické země Fernandem Belaúndem Terrym[3]. V minulosti spolu studovali. Díky dědečkově přímluvě tak Jorge dostal azyl na Peruánském velvyslanectví, ze kterého nedlouho poté odcestoval přímo do Peru.

Přepadení vlastního velvyslanectví a invaze v Zátoce sviní

Společně se skupinou dalších Kubánců se v Peru rozhodli provést riskantní počin. Vloupali se na Velvyslanectví Kuby, kde se jim podařilo odcizit dokumenty usvědčující několik peruánských senátorů ze spolupráce s vládou Fidela Castra. Nechávali si vyplácet peníze za za propagandu nového kubánského režimu v Peru. „Přepadli jsme kubánské velvyslanectví, kde jsme ukradli tajné dokumenty, které jsem později předal do rukou vládních činitelů ve Spojených státech amerických. Ty posléze přerušili diplomatické styku s Peru,“ líčí Jorge. Celá operace se uskutečnila s podporou Peruánské námořní tajné služby.

V Peru zůstal Jorge po 31 dní potřebných k tomu, aby splnil podmínky azylu. Poté odcestoval do USA, kde zpočátku pracoval u taxislužby. „Nemohl jsem vykonávat svou právnickou profesi, protože uznávání mého vzdělání bylo zdlouhavé,“ vysvětluje. S neutuchající touhou podílet se nějakým způsobem na boji proti vládě Fidela Castra se rozhodl přihlásit se do výcvikových táborů zřízených za účelem přípravy invaze v Zátoce sviní. Odletěl na guatemalskou vojenskou základnu. „Základna byla na zemědělské usedlosti patřící jednomu z bratrů tehdejšího guatemalského prezidenta. Já jsem se přihlásil k letectvu a byl jsem vycvičen pro údržbu a přípravu letadel. Bylo nás dohromady asi dvacet,“ vypráví podrobnosti svého výcviku. „Měli jsme na starosti všechno kolem vyzbrojování letadel, které měli během invaze roznášet vojenské vybavení, potraviny a propagandistické materiály.“ Po skončení výcviku se Jorge přesunul na základnu v Puerto Cabezas v Nicaragui. Ta sloužila jako výchozí bod pro letadla invazních jednotek, která mohla v kubánském vzdušném prostoru strávit vždy jen třicet minut a poté se musela vrátit do Nicaraguy doplit palivo. „Byli jsme přesvědčeni o tom, že budeme úspěšní. Jenže pak se to stalo: Naše letadla se dostala do velikých problémů, protože tehdejší americký prezident Kennedy a jeho administrativa se rozhodla pro zradu,“ popisuje zarmouceně nečekaný vývoj operace. „Nechali nás v tom samotné a my jsme s tím nemohli dělat vůbec nic. Dokonce i američtí vojáci, kteří tam byli s námi, byli velice překvapení. Ani oni nevěděli dopředu nic o úmyslu americké vlády vycouvat z akce a zrušil plánovanou podporu pro naše letectvo. Fidel Castro toho využil, začal ostřelovat naše lodě a nakonec zajal příslušníky invazního vojska.“ Jorge také potvrzuje vyprávění některých dalších Kubánců, kteří vypověděli, že do posledních momentů nebyla jasně daná strategie pro invazi.[4] „Počítali jsme s tím, že invaze bude vedena přes město Trinidad. Jenže na poslední chvíli se plán změnil a rozhodlo se, že vylodění proběhne v Zátoce sviní. Tam jsou ale všude bažiny a to činilo celou operaci o hodně obtížnější. Trinidad byl přitom nedaleko pohoří Escambray, kde byli povstalci. Bylo by to mnohem snáze proveditelné.“ Podle Jorgeho se ze strany Spojených států amerických jednalo o zradu. „Něco nám přislíbili a pak od toho plánu upustili kvůli tomu, že sovětský vůdce Chruščov pohrozil přesunem jaderných hlavic na Kubu.“

Nikdy to nevzdat

Po neúspěšné akci byl Jorge velmi zklamaný. Navíc musel ještě přibližně tři týdny zůstat na základně v Nikaragui. Američané se totiž podle něj báli toho, že Kubánci by mohli začít veřejně mluvit o tom, jakým způsobem operace probíhala a co vedlo k jejímu neúspěchu. „V podstatě nás tam drželi jako zajatce.“ Návrat do Spojených států amerických se proto nesl v duchu velkého rozčarování. „Přivezli nás na letiště Opa-locka v Miami. Tam mi dali osmdesát dolarů a sbohem. Nikdo mi to nikdy nevysvětlil. Bylo mi to toho velmi smutno.“ Nicméně, po nějaké době se mu podařilo vzpamatovat se ze zklamání a rozhodl se spolu se svou manželkou pokračovat ve studiích. Přihlásil se na univerzitu v Indianě a pokračoval na univerzitě v Marylandu. „Jednoho dne mi pak moje paní řekla: ‚Podívej, už máme plné zuby toho jak tady na severu pořád sněží.‘ Kromě toho jsme měli zbytečně velký dům. Rozhodli jsme se tedy prodat náš dům spolu s veškerým nábytkem a přestěhovali jsme se do Miami.“ Jorge by se ještě někdy rád podíval na rodnou Kubu. Rozhodl se ale, že tak učiní jen v případě, že se politická situace na ostrově zásadně změní. Podle něj je alarmující jak ekonomická situace Kuby, tak společenské klima. Zdůrazňuje především neblahý vliv na kubánské rodiny, jejichž členy se kubánské vládě během desetiletí u moci podařilo poštvat proti sobě. Jako kritickou hodnotí také situaci ve školství a indoktrinaci, jejíž obětí se Kubánci stali. To je bohužel projevilo i v jeho rodině. Jeden z jeho bratrů pracoval jako právník Ramira Valdése[5], stal se z něj komunista a zůstal na Kubě. „Když jsem odjížděl z peruánského velvyslanectví, můj bratr za mnou přišel. Řekl mi! ‚Vzdej se! Ramiro Valdés mi sdělil, že si s tebou chce jen promluvit a poté tě nechá emigrovat.‘ Odpověděl jsem mu na to: ‚Ustup mi z cesty, nebo tě budu muset zastřelit.‘ Zůstal na Kubě a už jsem ho nikdy nespatřil.“    

 

[1] Brigáda 2506, složená z narychlo sestavených bojových jednotek čítajících dohromady asi 1400 vojáků, fatálně neuspěla při pokusu o invazi na Kubu. Invazní vojsko rozdrtily ozbrojené síly Fidela Castra na území kolem Playa Girón na jižním karibském pobřeží. Několik stovek Kubánců vycvičila americká CIA za účelem svržení nově nastolené vlády Fidela Castra v dubnu 1961.

[2] Horský masiv rozkládající se na území provincií Sancti Spíritus, Villa Clara a Cienfuegos ve střední části ostrova. Nejvyšší hora je Pico San Juan, měří 1 140 m.n.m. Na úpatí hor se nachází město Trinidad, u kterého se mělo původně vylodit invazní vojsko. Od roku 1959 do roku 1965 probíhalo v pohoří ozbrojené povstání proti vládě Fidela Castra.

[3] Fernando Belaúnde Terry byl peruánský architekt a politik. Zastával funkci prezidenta Peru mezi lety 1963 – 1968 a 1980 – 1985.

[4] Viz. příběhy – Humberto Díaz Argüelles a Humberto López Saldaña.

[5] Ramiro Valdés Menéndez (nar. 1932) je kubánský voják a politik. Je považovaný za jednoho z nejdůležitějších revolučních vůdců. Od roku 1976 má čestný titul “Comandante de la Revolución”. Dvakrát byl ministrem vnitra (1961-1968 a 1979-1985). Mezi lety 2006 a 2011 byl minstrem informací a komunikace.