Andrés Manuel Guelmes Cedeño
* 1973
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“Querían [la Seguridad del Estado] que no saliera de mi casa, me han multado 150 pesos de multa si saliera del municipio, no podía ir a Santiago de Cuba, no podía ir a la provincia Granma o a Bayamo, como si fuera un preso. Entonces me mandaron a buscar el carné y me ponían 150 pesos de multa y si entonces yo decía no a la Constitución, que le decían que yo hablaba por las calles. Entonces me mandaban buscarme a pedirme carné y me ponían 2000 pesos de multa. Ya, simplemente por decir no a la Constitución y que yo debatiera la Constitución en mi casa, que no podía salir dentro de mi residencia, de lo que es mi propiedad, que son 10 de ancho, aproximadamente por 17 de largo. Pero que no lo discutiera con mi mujer y mi familia, y no podía hablar con ningún vecino de la Constitución. Porque si no, iba seguir siendo multado. Eso fue el capitán Adolfo Rodríguez de la sección política de la Seguridad del Estado, la Policía Política”.
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“Me acuerdo que había un auxiliar de la policía, policía, y hacía cola la gente para comprar cerveza y botaban los porrones y daban manguerazos. Y yo miraba aquello y dije un día: pero ¿por qué? Mira, si hablaron de Batista y son peores que los perros batistianos. Y fui, aquella mujer me abrazó por la espalda, la cual traté de quitarme, y enseguida dos auxiliares de la policía me cogen y me dicen: ‘Qué dijiste?’. Dije: parecen como el esbirro. Y por eso, fui multado también. Por decir que eran el esbirro dando, porque yo estaba viendo cómo le daban manguerazos a la gente que hacía cola, y le botaban los porrones. En ese tiempo, la represión había aumentado, y yo veía bastante abuso contra el pueblo. Eso me ayudó mucho a mí más adelante en mi carrera, de darme cuenta de que había una necesidad del por qué luchar por una Cuba libre”.
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“Se aglomeraron muchas personas frente a mi casa y gritaban consigna, me acuerdo de que decían: ‘Pin, pon, fuera, abajo la gusanera’. Gritaban consigna de ‘Viva Fidel’, ‘Abajo los gusanos’, ‘Las lacras’, y mi casa fue franco de eso porque yo me acuerdo de que yo quería, como niño, en fin, abrir la puerta, a ver qué pasaba, y mi madre me decía: ‘Andrés no abras la puerta que van a tirar huevo’. Luego veía mi madre llorando, limpiando las paredes de las tablas así de la casa manchadas de huevo, que tiraban huevo, porque queríamos abandonar el país y pensábamos diferente”.
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Full recordings
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Baire, Cuba, 19.10.2020
(audio)
duration: 01:00:07
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Si nosotros como cubanos no nos llamamos a la reflexión, a la realidad en que vivimos, nos va a ser un poco difícil, si no cerramos fila
Andrés Guelmes Cedeño nació en 1973 en Baire, Cuba. Su familia es cristiana, su papá se dedicaba a la agricultura, era machetero. Andrés tiene un hermano y dos hermanas. Por su ideología, la familia se mudó al oriente de Cuba y siempre era muy pobre y humilde. Andrés recuerda que fueron repudiados por parte de la población y maltratados en la escuela, donde sus compañeros lo nombraban “patiblanco”. En el año 1980 su padre decidió abandonar el país, pero su hermano no quiso ir, y la familia se quedó en Cuba. Por su pensamiento diferente y su deseo abandonar el país, sus vecinos tiraban huevos a su casa familiar. Desde que era pequeño, a Andrés no le gustaron las cosas impuestas y siempre decía verdad, sin miedo al castigo. Su activismo graduó a finales de los años 90. En el 2000 firmó el proyecto Varela. Por su activismo está siendo frecuentemente visitado por la Seguridad del Estado. Está casado, su mujer es médica y tienen dos hijos. Vive en Baire, Cuba.
